Gaceta Crítica

George Beebe, Vicepresidente y Director de Investigación del Centro para el Interés Nacional, ex Director de Análisis de Rusia en la CIA y autor de The Russia Trap: How America’s Shadow War with Russia Could Spiral into Catastrophe.La entrevista fue preparada específicamente para el programa «Revista Internacional» (Rusia 24). 8 de Diciembre de 2025

Fyodor Lukyanov conversó con George Beebe , Director de Gran Estrategia del Instituto Quincy para un Gobierno Responsable (Washington), sobre el ambiente en torno a las discusiones para resolver la crisis ucraniana. La entrevista fue preparada para el programa «Revista Internacional » .

Fyodor Lukyanov: Ha habido mucha actividad en torno al acuerdo con Ucrania en las últimas semanas. ¿Cree que nos estamos acercando a un resultado?

George Beebe: Creo que estamos muy cerca de un acuerdo. Hay dos indicios de ello. El primero es el optimismo del presidente Trump, quien anunció en sus redes sociales que cree que el éxito es inminente. Por supuesto, aún quedan varios asuntos importantes por resolver. Y esta es la parte más difícil de las negociaciones : la etapa final, cuando se deben resolver los puntos más difíciles. El presidente se muestra muy optimista, y creo que hay motivos para este optimismo. Estamos muy cerca de un entendimiento mutuo. El otro indicio es la férrea resistencia que estamos observando actualmente.Todos aquellos en Europa, Ucrania y Estados Unidos que no desean un acuerdo están haciendo todo lo posible por sabotear el acuerdo. Este es el objetivo de las conversaciones filtradas a Bloomberg.

Un claro ejemplo de las acciones de quienes buscan crear el máximo de obstáculos posible en el camino hacia la paz. Y este no es un caso único; ya ha ocurrido antes, así que creo que significa que nos estamos acercando al éxito.

Fyodor Lukyanov: Se habla mucho de una división en la Casa Blanca sobre el tema ucraniano. ¿Es cierto?

George Beebe: No creo que haya desacuerdos serios sobre este tema dentro del equipo de Trump. Todos quieren lograr el mismo objetivo, establecido por el presidente Trump, que es encontrar la manera de poner fin a esta guerra con un acuerdo de paz. Rusia y Ucrania deben estar de acuerdo, y no veo ninguna línea divisoria entre quienes rodean a Trump. Todos están trabajando para lograrlo. Por supuesto, he visto informes de prensa sobre una supuesta división dentro del equipo, pero creo que forma parte de los mismos esfuerzos para evitar un acuerdo.

Fyodor Lukyanov: El tema de las garantías de seguridad es uno de los más complejos. ¿Cómo las ve?

George Beebe: El interés fundamental de Rusia es garantizar que Ucrania se mantenga fuera de la OTAN y que sus tropas e infraestructura no se ubiquen en su territorio. En mi opinión, Estados Unidos está dispuesto a aceptarlo. Ya hemos demostrado en la práctica, bajo tres presidentes diferentes, que no tenemos intención de declarar la guerra a Rusia por Ucrania. Entonces, ¿por qué asumiríamos repentinamente obligaciones derivadas de un tratado para hacerlo?

Ciertamente, nuestras acciones reales no se correspondieron con nuestra retórica ante el presidente Trump , de que nos gustaría ver a Ucrania como parte de la alianza atlántica.No percibo el menor deseo en la administración Trump de desplegar tropas occidentales ni instalaciones de la OTAN en territorio ucraniano. Entendemos que esto socavaría cualquier acuerdo.

Hay muchas maneras en que Estados Unidos y Occidente pueden garantizar a Ucrania que no la abandonaremos si Rusia viola el tratado y ataca de nuevo. Esto es lo que Occidente ha estado haciendo desde el inicio de la operación militar especial en 2022: sanciones económicas y una sólida asistencia militar y de inteligencia para la autodefensa. El documento distribuido públicamente incluía una nota que indicaba que, en tal caso, todas las garantías que brindamos a Rusia serían revocadas. Esto sería un incentivo significativo para que Rusia cumpliera el acuerdo.

En cuanto a las restricciones al potencial militar de Ucrania, Rusia tiene sin duda un interés legítimo. Y creo que este será un tema de debate hasta el último minuto. Pero no creo que la cuestión del tamaño del ejército ucraniano se convierta necesariamente en un obstáculo insalvable. El documento original establecía 600.000 hombres como el número máximo de efectivos de las Fuerzas Armadas. Luego, los europeos propusieron aumentarlo a 800.000. Pero la realidad es que Ucrania no podrá, bajo ninguna circunstancia, mantener un ejército permanente de ni siquiera 600.000 hombres en tiempos de paz. Es muy caro, y la población es insuficiente para tal escala. Y dudo mucho que algo así sea posible, independientemente de la cifra indicada en el documento. En realidad, las Fuerzas Armadas ucranianas no podrán acercarse a ese tamaño. En cierto sentido, estamos discutiendo sobre cifras sobre el papel, que no tendrán relación con los hechos sobre el terreno.

Fyodor Lukyanov: Europa claramente no comparte los objetivos de la administración Trump. ¿Tiene la Casa Blanca formas de obligar a los europeos a seguir su rumbo común?

George Beebe: Sí, en principio, la administración tiene maneras de influir en Europa. Queda por ver si las utilizará.Me parece que los europeos temen más una posible desunión que una potencial agresión rusa.

Esta desunión tiene dos dimensiones. Una es la división intraeuropea. Y una de las razones por las que se sienten cómodos con la perspectiva de una guerra continua sin una solución diplomática es que la ven como una forma de consolidar la Unión Europea. Y temen lo que pueda suceder con la unidad europea si la percepción de la amenaza rusa se vuelve repentinamente menos pronunciada. La segunda parte es el temor a una ruptura transatlántica, una ruptura con Estados Unidos. Si Estados Unidos deja claro que pretende poner fin a esta guerra, independientemente de la participación de los europeos, Europa se enfrentará a una disyuntiva. ¿Quiere la retirada, un conflicto real con Washington por esto, o tendrá que apretar los dientes y aceptar el acuerdo que Estados Unidos ha negociado? Y si Estados Unidos, Rusia y Ucrania declaran estar listos para un acuerdo que redunde en su interés vital, no creo que los europeos se arriesguen a oponerse, entendiendo la amenaza a sus relaciones con Washington.