Gaceta Crítica

Wim Laven (Z NETWORK), 6 de Diciembre de 2025

Organizaciones benéficas distribuyen comidas calientes a los palestinos en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, el 14 de mayo de 2025. Foto: Mahmoud İssa

¿Alto el fuego? ¿Paz en Oriente Medio? Pregúntenle a un gazatí (bueno, no a ninguno de los  360 o más  que las Fuerzas de Defensa de Israel han matado durante el «alto el fuego»). Pregúntenle a la  ONU, que afirmó  hace 10 días que Israel está bloqueando la mayor parte de la ayuda que se necesita desesperadamente (alimentos, refugio, atención médica) simplemente para mantener a la gente con vida mientras se acerca el invierno.

Según una  evaluación realizada en febrero de 2025  en Gaza, aproximadamente el 92 % de las viviendas en la zona estaban inservibles, completamente destruidas o gravemente dañadas, y casi dos millones de personas necesitaban artículos domésticos esenciales y refugio de emergencia. Nueve meses adicionales de bombardeos y desplazamientos han intensificado y profundizado la crisis.

A finales de 2024,  solo se había cubierto alrededor del 23 % de las necesidades de refugio invernal, y un millón de palestinos desplazados corrían grave riesgo durante el frío y la lluvia. Médicos humanitarios advierten: « Los bebés corren un mayor riesgo de morir de frío intenso, ya que generan menos calor que los adultos. El hambre agrava los riesgos ».

Las frías noches de invierno significan que el flujo de ayuda es  insuficiente para cubrir las necesidades . Los inviernos de Gaza no son extremos según los estándares mundiales, pero el invierno es letal cuando las tiendas de campaña se inundan, escasean las mantas y no hay gas para la calefacción.

El alto el fuego tras dos años de guerra no puso fin a la crisis humanitaria. Procesos opacos que,  según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos , violan el derecho internacional, siguen restringiendo severamente el flujo de ayuda a Gaza. Se detalla que hay suficientes alimentos, tiendas de campaña y otros artículos esenciales listos para su entrega para llenar el equivalente a 6.000 camiones, pero: 

A medida que se acerca el invierno y la hambruna sigue azotando a la población, es crucial que toda esta ayuda llegue a Gaza sin demora. Nuestros suministros podrían proporcionar alimentos a toda la población durante unos tres meses. Y esa población se encuentra fuera [en Jordania y Egipto], sin poder entrar. Y lo mismo ocurre con las demás agencias de la ONU, ya que las restricciones y limitaciones persisten.

El derecho internacional humanitario prohíbe explícitamente el hambre y la exposición al frío como métodos de guerra. El pretexto de la moderación y las falsas afirmaciones de paz resultan falsas cuando bebés y niños mueren de hipotermia en los campamentos que han llamado hogar durante tres años. Las temperaturas mínimas nocturnas en Gaza durante diciembre suelen caer por debajo de los 4 °C, con fuertes lluvias e inundaciones que agravan el peligro. Estas condiciones pueden matar rápidamente a niños desnutridos.

El acuerdo, redactado con ligereza y publicado apresuradamente por Trump, generó ambigüedad y margen de maniobra que permiten la continuación de la inhumanidad o impiden la aplicación de una respuesta humanitaria creíble. El acuerdo de 20 puntos de Trump exigía y prometía «ayuda total», pero es evidente que la escasa cantidad que llega al territorio devastado es sumamente insuficiente. Un buen acuerdo habría incluido medidas esenciales de cumplimiento, plazos y sanciones para garantizar verdaderos compromisos humanitarios.

La supervivencia humana varía según el entorno. La inanición puede matar en 30 días, la deshidratación en tres días y la hipotermia (en condiciones de humedad, frío y viento) en tan solo una o dos horas cuando las personas no cuentan con un refugio adecuado.

Los campamentos de tiendas de campaña destrozadas y colchones empapados dan testimonio del bloqueo y el retraso de los envíos de ayuda.

Cada niño que muere congelado es una acusación: otra vida que podría haberse valorado y protegido en un verdadero alto el fuego y un proceso de paz.

El acuerdo se desvanece sin acceso humanitario sin restricciones ni materiales de refugio. Trump no negoció techos, suelo seco ni calor nocturno. El invierno es la parte más predecible de esta guerra, una ayuda para quienes desean el exterminio de los gazatíes.

En lugar de hacer reverencias y dar vueltas triunfales, es hora de renovar la realidad humanitaria. El frío no negocia y está exponiendo las artimañas de Trump. Es demasiado tarde para una simple conversación sobre vivienda; la necesidad lo exige. Les aseguro que quienes sufren el frío no lo consideran un acuerdo de paz en absoluto. Un alto al fuego sin refugio no es paz, es matar por otros medios, y el acuerdo de Trump deja a millones expuestos. Hasta que los niños puedan dormir bajo techo en lugar de lonas y tiendas de campaña, la guerra no ha terminado, independientemente de lo que digan los titulares. El alto al fuego de Trump parece más bien abandono.