Gaceta Crítica

Jorge Otero (PÚBLICO), 30 de Noviembre de 2025

• Los sindicatos sostienen que demonizar el absentismo es cuestionar los derechos de los trabajadores.
• «El concepto de absentismo es más amplio; no todo es fraude o desmotivación», explica Cinta Vivanco, experta laboralista.

Hace unos días la consultora Randstad publicó un informe en el que se afirma que el absentismo laboral en España se ha duplicado desde los mínimos que marcó en el año 2013. Según este estudio, en apenas 12 años la tasa ha pasado, en términos generales, del 3,8% al 7% de las horas pactadas en 2025. Según la consultora, ese porcentaje supone que cada día 1,5 millones de personas faltan a su puesto de trabajo.

El informe también señala que el absentismo laboral se ha disparado sobre todo después de la pandemia al pasar del 5,2% de finales de 2019, justo antes del estallido de la crisis sanitaria, al 7% actual. En el caso del absentismo por incapacidad temporal (IT), es decir, el que cuenta con una baja médica, ha pasado del 3,8% de las horas pactadas del último trimestre de 2019 al 5,5% de la actualidad. 

Randstad apunta que el aumento del absentismo desde la pandemia se debe a una combinación de factores, como el incremento de las bajas relacionadas con la salud mental, algo que ya señalaba hace un par de meses un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). «A ello se suma la saturación del sistema sanitario, lo que alarga las bajas, y un cambio cultural que ha normalizado no acudir al trabajo sin estar en plenas condiciones, configurando un escenario en el que las ausencias son más frecuentes y de mayor duración», añade el informe de Randstad.

Siempre que se publican nuevo datos sobre absentismo laboral, los empresarios ponen el grito en el cielo. La Confederación Española de Organizaciones empresariales (CEOE) se queja reiteradamente de que en España se falta mucho al trabajo y que ello ocasiona miles de millones de pérdidas al año. Los cálculos señalan que el gasto en prestaciones sociales se sitúa ya en el 1,5% del PIB, en torno a los 30.000 millones de euros al año. 

La patronal no se cansa de repetir que el absentismo laboral es muy alto en España, que ha crecido mucho en los últimos años y que presenta niveles mayores que en Europa. Los empresarios también insinúan con cierta frecuencia que, en la mayoría de los casos, el absentismo es deliberado por parte de los trabajadores  y que hay mucho fraude.

La suspicacia es de tal calibre que tras conocer los datos aportados por Randstad, Mario Hernández, secretario general de la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), denunció este viernes «los grados de absentismo laboral brutales» no solo en su región, sino en toda España. 

También este mismo viernes, en un encuentro con Alberto Núñez Feijóo, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, la patronal catalana, reiteró que el absentismo es «un tema que afecta mucho a todas las empresas». «Es posible que haya muchas bajas que sean razonables, pero existe mucha picaresca», dijo Sánchez Llibre.

«Jugarreta semántica»

La Real Academia de la Lengua (RAE) define absentismo como  «abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación». Esta definición, que los empresarios suscribirían sin dudar, es para los sindicatos «una jugarreta semántica», según afirmó Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO).

Los sindicatos se revuelven contra el discurso de los empresarios y argumentan que no se puede demonizar el absentismo laboral, que al hacerlo se vulneran derechos de los trabajadores. 

Por eso, el pasado mes de julio, CCOO lanzó una campaña bajo el lema El ejercicio de tus derechos no es absentismo. ¡Que no te engañen! (PDF). En la presentación de esa campaña, Unai Sordo lamentó que desde diversas organizaciones, como las Empresas de Empleo Temporal (ETT) o mutuas, «generalmente vinculadas con los empresarios», se estén sacando todos los años, y casi trimestralmente, informes en los que, según dijo, se tergiversa el concepto de absentismo. 

«Creo que estar todo el día a vueltas con el absentismo, situando el absentismo como un totum revolutum, donde se mezclan las incapacidades temporales con los permisos, con las licencias, con los acuerdos en negociación colectiva, es una forma indirecta de cuestionar derechos adquiridos, y por otro lado, de facilitar el incremento del poder empresarial a la hora de controlar las bajas de origen común», sentenció entonces Sordo.

«Desde un punto de vista jurídico laboral, el concepto de absentismo es mucho más amplio y no todo es fraude o desmotivación«, explica a Público Cinta Vivancos, abogada especialista en derecho laboral y vicepresidenta de Asnala (Asociación Nacional de Laboralistas). 

En las bajas que no son por IT, Vivancos sostiene que «hay que distinguir entre el absentismo o falta de asistencia deliberada o voluntaria, y la falta de asistencia injustificada o insuficientemente justificada. En el primer caso, la persona trabajadora actuaría sin otra causa o justificación que su propio deseo de no acudir a su puesto de trabajo; en el segundo, puede existir una causa que no esté soportada por precepto legal o bien no se den las circunstancias que solamente se aceptan como justificables de la ausencia al trabajo», cuenta Vivancos, dando cuenta de que la casuística es amplia.

Vivancos, una auténtica experta en el tema, reconoce que efectivamente «España se ha situado a la cabeza de Europa en términos de absentismo laboral» y que la media española supera casi en dos puntos a la media europea, un 6,5% frente a un 4,7%. 

Sin embargo, el nivel de fraude no es tan alto como quieren hacer creer los empresarios. «Es difícil de cuantificar, pero las estimaciones sitúan el fraude en torno al 10% de las bajas médicas», apunta Vivancos al respecto.

Sobre el aumento del absentismo laboral, Vivancos apunta que «se debe a múltiples factores». La experta laboralista destaca alguno ya apuntado por Randstad, como es el caso de «la saturación del sistema sanitario», así como las bajas derivadas de la salud mental, pero enumera algunos más: «La falta de control especifico e individualizado por parte del sistema de salud, además del envejecimiento de la población, lo que añade presión al sistema, ya que incrementa la prevalencia de enfermedades crónicas y la duración media de las bajas».  

Los sindicatos, dispuestos a hablar

Por lo que respecta a las causas, los sindicatos siempre han mostrado su disposición a hablar con la patronal sobre por qué están aumentando las bajas por incapacidad temporal y de su mayor duración, pero de forma «multicausal». 

Desde CCOO ven relación entre el volumen de bajas por incapacidad temporal y los ritmos y horarios laborales. En este sentido, el sindicato siempre ha argumentado que las condiciones laborales no sólo influyen en las bajas de origen profesional, también en las comunes. CCOO denuncia que en España existe una «ocultación sistemática del origen de muchas de las enfermedades profesionales y de muchas de las bajas y de los orígenes de las bajas cotidianas». 

Los sindicatos relacionan el incremento de la incapacidad temporal y de su duración con las nuevas formas de organización del trabajo (algoritmos, digitalización, no desconexión del trabajo fuera del mismo). Por eso, piden que en ese debate pendiente se aborden cuestiones como la reducción del tiempo de trabajo y, particularmente, la organización de ese tiempo.

Vivancos, por su parte, explica que para reducir el absentismo laboral «tendrían que implicarse, además de la empresa y la persona trabajadora, los Ministerios de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, porque en su mayor parte es un problema de gestión».

«El principal problema es que el sistema actual es complejo, plagado de trámites, y se escapa al control de todos los implicados. La clave está en invertir en prevención y en concienciar a las empresas y a las personas trabajadoras. De lo contrario, seguiremos atrapados entre sospechas de fraude y un sistema burocrático complejo que no ayuda a mejorar las cifras de absentismo», concluye Cinta Vivancos.