Gaceta Crítica

Eliana Riva (IL MANIFESTO GLOBAL -ITALIA-), 26 de Noviembre de 2025

Desde el inicio del alto el fuego y la entrada en vigor del llamado “Plan Trump”, Israel ha matado a 280 personas.

Mientras Washington celebraba la “paz” en Medio Oriente, Tel Aviv se preparaba para enviar un mensaje directo a los líderes internacionales, a los líderes de Hamas y a los palestinos de todo el mundo: Israel es libre de atacar a quien quiera, donde quiera y cuando quiera. 

El martes por la noche, el Líbano se vio sacudido por un ataque aéreo sorpresivo que causó una masacre en el abarrotado campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh. El ejército israelí afirmó haber atacado una «base de entrenamiento de Hamás», pero los testimonios de médicos y familiares hablan de niños que volaron en pedazos mientras jugaban al fútbol. La zona afectada incluía una mezquita, un campo deportivo e instalaciones sociales y recreativas.

“Dicen que atacaron a terroristas, pero en realidad solo atacaron a civiles”, nos dijo un refugiado palestino del sur del Líbano inmediatamente después de los ataques. “El edificio atacado tenía un centro de estudio y memorización del Corán y un parque infantil. El sonido de las explosiones aún se escucha en el aire”.

“Ninguno de los cuerpos estaba completo”, declaró Rida Kanso, jefa de urgencias del Hospital Labib de Sidón, al periódico libanés L’Orient-Le Jour. Se produjeron manifestaciones de indignación y protesta por la masacre en Ain al-Hilweh y también en el campo de refugiados de Chatila, en Beirut. Hezbolá afirmó que el ataque representaba una “flagrante violación” de la soberanía libanesa y del alto el fuego alcanzado entre el grupo e Israel hace un año. En realidad, Tel Aviv nunca ha dejado de bombardear durante este tiempo, y no se detuvo en ese campo de refugiados palestino. El miércoles, atacó varias aldeas del sur, emitiendo órdenes de evacuación ilegítimas dentro de las fronteras del Líbano. Los ataques aéreos alcanzaron Deir Kifa y Chehour, y luego las localidades de Aynata y Tayr Felsay. Tel Aviv afirmó haber atacado la infraestructura de Hezbolá. Los testigos hablan de viviendas civiles destruidas.

También en Gaza, desde el inicio del alto el fuego, no pasa un día sin que Israel mate o hiera a alguien. Las autoridades de defensa civil informaron de una escalada de ataques el miércoles, que causó al menos 25 muertes en toda la Franja. Según fuentes médicas, cinco palestinos, entre ellos una mujer y un niño, murieron en el barrio de Zeitoun de la ciudad de Gaza. En la calle Saladino, un dron disparó contra una multitud, matando a una persona e hiriendo a diez. Otras tres víctimas resultaron de un ataque a un edificio de la UNRWA en Khan Younis y otro en Shujaiya. El ejército israelí también afirmó haber atacado y matado a varios palestinos que presuntamente habían cruzado la «línea amarilla». Desde el inicio del alto el fuego y la entrada en vigor del llamado «Plan Trump», Israel ha matado a 280 personas.

Mientras el ejército israelí atacaba sin descanso Gaza y Líbano, el primer ministro Netanyahu, junto con el jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa y el ministro de Asuntos Exteriores paseaban por Siria, en la zona que Tel Aviv ocupa ilegalmente desde diciembre de 2024. Al mismo tiempo, Ben Gvir explicó a la Knesset que la ley de pena de muerte para los palestinos que maten a judíos debe implementarse en un plazo de 90 días, mediante inyección letal y sin posibilidad de apelación.

Cualquiera que no crea en las palabras de paz y amor pronunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump casi podría pensar que el gobierno de Netanyahu está haciendo todo lo posible para provocar una respuesta armada de sus vecinos. Y, de hecho, la retórica se ha vuelto virulenta en el Líbano y Gaza. El gobierno del autoelegido presidente sirio Ahmad al-Sharaa tampoco podía permanecer en silencio.

Hezbolá advirtió a los líderes libaneses que mostrar indulgencia solo conducirá a más masacres. Hamás declaró que el ataque a Ain al-Hilweh exige una respuesta palestina colectiva, instando a las facciones a relanzar un frente nacional para defender los derechos de los refugiados. El ministro de Asuntos Exteriores sirio afirmó que la maniobra de Netanyahu era «un nuevo intento de imponer un hecho consumado que contradice las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se enmarca en las políticas de la ocupación destinadas a consolidar su agresión y continuar sus violaciones del territorio sirio».

Según el diario libanés Al Mayadeen, cercano a Hezbolá, este mismo impulso para sembrar la discordia también llevó a Israel a ejercer presión para impedir una reunión entre el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el negociador jefe de Hamás, Khalil al-Hayya.

Mientras tanto, en Washington, se sigue hablando de un mundo inexistente. Durante una reunión con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, Trump declaró que la gente de Gaza nunca se ha sentido tan segura como ahora y que Israel respetará los acuerdos, demostrando así ser un socio fiable para garantizar la «normalización» que la Casa Blanca tanto anhela. Sin comentarios…..