Ben Norton (GEOPOLITICA ECONOMY), 18 de Noviembre de 2025
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa, un oligarca de derecha respaldado por Trump, intentó reformar la constitución para permitir bases militares estadounidenses en territorio ecuatoriano. El 61% de los ecuatorianos votó en contra.
La administración de Donald Trump está intentando expandir la presencia militar estadounidense en toda América Latina, en un intento por imponer por la fuerza la hegemonía de Washington en la región .
El pueblo de Ecuador acaba de asestar un duro golpe a la agresiva estrategia de Trump en América Latina.
Más de tres quintas partes de los ecuatorianos votaron en contra de una modificación a su constitución progresista, que habría permitido al Pentágono establecer bases militares estadounidenses en su territorio.
El presidente Daniel Noboa, oligarca de derecha respaldado por Trump en Ecuador
Actualmente, Ecuador está gobernado por un presidente de derecha, Daniel Noboa, quien es un aliado regional clave de Trump.
Noboa es hijo del oligarca multimillonario más rico de Ecuador, Álvaro Noboa, quien se postuló como candidato presidencial en cinco elecciones diferentes con una plataforma de derecha radical, pero perdió en todas ellas (en 1998, 2002, 2006, 2009 y 2013).
El abuelo de Daniel Noboa, Luis Noboa, fue también el hombre más rico de Ecuador en el siglo XX. El patriarca de la familia trabajó para la Standard Fruit Company, ahora conocida como Dole, y estableció una enorme dinastía exportadora, especializada en la exportación de bananos.
La familia Noboa es conocida por su corrupción y sus estrechos vínculos con el narcotráfico y el crimen organizado .
Daniel Noboa es el tercer miembro de la dinastía Noboa en ocupar la presidencia de Ecuador.
Noboa también tiene doble nacionalidad estadounidense , y sus críticos ecuatorianos dicen que ahí es donde reside su verdadera lealtad .
Noboa nació en Miami, Florida, y se educó en Estados Unidos. De hecho, apenas dos meses después de asumir la presidencia de Ecuador, Noboa regresó a Miami para que su esposa, una influencer de Instagram, diera a luz a su hijo en suelo estadounidense , lo que le garantizó la ciudadanía estadounidense.
Como presidente, Noboa ha sido ampliamente acusado de tendencias dictatoriales . Se ha burlado públicamente de los presos políticos de izquierda y ha amenazado con encarcelar a más rivales políticos.
Los ecuatorianos rechazan el intento de Daniel Noboa de modificar la constitución.
Uno de los objetivos clave de Noboa ha sido cambiar la constitución de Ecuador, que es una de las más progresistas del mundo.
La constitución de Ecuador prohíbe a los países extranjeros establecer bases militares en su territorio.
Noboa convocó un referéndum el 16 de noviembre para intentar modificar la constitución y permitir que Estados Unidos abriera bases militares en Ecuador.
La medida fue rechazada de forma contundente, con el 61% de los ecuatorianos votando en contra, según los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) .
En el referéndum, Noboa propuso cuatro medidas. Los votantes las rechazaron todas.
La segunda medida buscaba eliminar la financiación pública de los partidos políticos en las elecciones de Ecuador, lo que habría otorgado aún más poder a fuerzas de derecha adineradas, como la dinastía oligárquica Noboa. Dicha medida fue rechazada con el 58% de los votos en contra.
Otra medida proponía la creación de una asamblea constituyente para reescribir la constitución en su totalidad. Esta fue rechazada con el 62% de los votos en contra.
La guerra contra el expresidente izquierdista de Ecuador, Rafael Correa
La actual constitución progresista de Ecuador fue redactada durante el gobierno del expresidente socialista Rafael Correa, quien gobernó desde 2007 hasta 2017.
Cuando Correa hizo campaña para la presidencia en las elecciones de 2006, una parte clave de su plataforma de izquierda fue el llamado a una asamblea constituyente para redactar una nueva constitución.
En un referéndum celebrado en 2008 se aprobó una nueva constitución progresista, con el 64% de los votos a favor y solo el 28% en contra.
En 2009, Correa expulsó a las tropas estadounidenses de Ecuador y cerró las bases militares estadounidenses en el territorio de su país.
Washington apoyó un fallido intento de golpe de Estado de la derecha contra Correa en 2010.
Uno de los opositores de derecha de Correa en las elecciones de 2006, 2009 y 2013 —en todas las cuales ganó por un amplio margen— fue Álvaro Noboa, el oligarca multimillonario más rico de Ecuador y padre del actual presidente Daniel Noboa.
Correa, doctor en economía, se opuso al neoliberalismo y rechazó la historia de Ecuador de contraer deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dominados por Estados Unidos.
Correa redujo significativamente la pobreza, la desigualdad y la violencia. Declaró una “Revolución Ciudadana”, basada en lo que él denominó “socialismo del siglo XXI”.
Durante los tres mandatos de Correa, Ecuador estrechó lazos con China. Asimismo, impulsó la integración latinoamericana, albergando la sede de UNASUR, la Unión de Naciones Suramericanas.
Bajo el mandato de Correa, Ecuador se unió a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que impulsó la desdolarización. La ALBA incluso creó una nueva moneda para el comercio regional, el sucre, con el fin de desafiar el dominio del dólar estadounidense .
Hoy, Correa vive en el exilio como víctima de persecución política, porque las autoridades de derecha, respaldadas por Estados Unidos, en Ecuador lo acusaron formalmente del “delito” de la llamada “ influencia psíquica ” sobre sus seguidores de izquierda.
La administración Trump revive la doctrina colonial Monroe y apoya a los oligarcas del narcotráfico.
Si bien todos los presidentes estadounidenses han intervenido en América Latina y violado la soberanía de los países de la región, Donald Trump ha convertido esto en una prioridad clave de su agresiva política exterior.
La administración Trump ha buscado con orgullo revivir la Doctrina Monroe, de 202 años de antigüedad , que trata a América Latina como el “patio trasero” colonial del imperio estadounidense.
Trump declaró la guerra a Venezuela , buscando derrocar al presidente Nicolás Maduro. El gobierno de Trump también impuso sanciones al presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, y castigó al gobierno revolucionario sandinista de Nicaragua con más sanciones unilaterales.
Washington ha presionado a los gobiernos latinoamericanos para que permitan al ejército estadounidense abrir bases en su territorio.
El presidente argentino Javier Milei, de derecha y autodenominado “libertario” —uno de los aliados más cercanos de Trump en la región—, ha impulsado órdenes ejecutivas que declaran una excepción constitucional para dar acceso al ejército estadounidense al territorio argentino .
Para justificar sus ataques neocoloniales contra América Latina y su injerencia en los asuntos internos de la región, la administración Trump ha afirmado que supuestamente está luchando contra el narcotráfico.
Sin embargo, el gobierno estadounidense está aliado con algunos de los peores narcotraficantes de la región.
Uno de los aliados más leales de Estados Unidos en Latinoamérica es el expresidente colombiano de derecha, Álvaro Uribe. La inteligencia estadounidense ha admitido que se encuentra entre los narcotraficantes colombianos más importantes , pero nunca ha enfrentado consecuencias, porque Washington siempre lo ha apoyado.
De hecho, el secretario de Estado y asesor de seguridad nacional de Trump, Marco Rubio, ha defendido públicamente a Uribe , en medio de acusaciones generalizadas de corrupción.
Ecuador es un ejemplo aún más claro de la extrema doble moral del gobierno estadounidense en materia de narcotráfico.
La dinastía Noboa posee puertos privados en Ecuador, y documentos policiales muestran que empresas de la familia Noboa los han utilizado para contrabandear cocaína en cajas de plátanos .
Gaceta Crítica 
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