Gaceta Crítica

Scott Horton y John Weeks (antiwar.com), 16 de Noviembre de 2025 

La guerra subsidiaria de Washington D.C. contra Rusia en Ucrania sigue causando estragos. Cada vez más, la guerra se asemeja a un infierno interminable, aunque ha habido momentos de esperanza. El presidente estadounidense Donald Trump ha parecido, en ocasiones, sinceramente comprometido con poner fin a la guerra. En agosto, recibió al presidente ruso Vladimir Putin en una cumbre diplomática  en Anchorage, Alaska. Resultó alentador ver a un líder estadounidense tratar, al menos, con un mínimo de respeto al jefe de Estado de un país que posee 6.000 armas nucleares.

Lamentablemente, Trump y su administración o bien no comprenden del todo los fundamentos del conflicto o bien consideran políticamente inaceptable basar su política en esa realidad. Parte de esa realidad implica la presencia de nazis en los altos mandos del ejército ucraniano, algo intolerable para Rusia y que podría resultar profundamente problemático para Washington.

La Casa Blanca ha decidido exigir a Rusia que acepte un alto el fuego inmediato y ha prometido seguir financiando y armando a Ucrania, además de sancionar a Rusia hasta que ceda. El 22 de octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció  nuevas rondas de sanciones.

Es hora de detener la matanza y de un alto el fuego inmediato. Ante la negativa del presidente Putin a poner fin a esta guerra sin sentido, el Departamento del Tesoro está sancionando a las dos mayores petroleras rusas que financian la maquinaria bélica del Kremlin.

Por supuesto, podría no ser aconsejable que Rusia aceptara un alto el fuego de este tipo, ya que podría reducirse a un  periodo de estabilización y rearme al estilo de Minsk 3  para Ucrania. Funcionarios rusos lo han dejado claro en repetidas ocasiones. El 21 de octubre, un día antes de que se impusieran las nuevas sanciones, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que no habría cese de las hostilidades hasta que se abordaran las causas profundas del conflicto.

Me refiero a garantizar que Ucrania mantenga su estatus de fuera del bloque, neutral y libre de armas nucleares, lo que implica abandonar cualquier intento de incorporarla a la OTAN. Me refiero a poner fin al genocidio que el régimen de Kiev ha perpetrado contra la población rusa y rusoparlante desde antes de que el Sr. [Vladimir] Zelensky llegara al poder, cuando prohibió todos los derechos de la minoría nacional rusa, reconocida formalmente en Ucrania. De hecho, la mayor parte de la población ucraniana habla y piensa en ruso, pero el idioma ruso está prohibido en todos los ámbitos de la vida. Un régimen absolutamente nazi.

Acusar a Ucrania de ser un régimen nazi ha sido una constante en el discurso ruso desde 2014, cuando Washington orquestó un golpe de Estado en Kiev. Cuando Rusia intensificó el conflicto con su invasión de Ucrania en febrero de 2022, Putin  afirmó que uno de los objetivos de la “operación militar especial” era “desmilitarizar y desnazificar Ucrania”.

Lamentablemente para Occidente, este argumento ruso no es mera propaganda. Ucrania está plagada de nacionalistas raciales y simpatizantes de Hitler, descendientes  biológicos e ideológicos  de hombres que colaboraron directamente con el Tercer Reich, participaron en el Holocausto y buscaron crear un estado ucraniano fascista. Muchos de ellos ocupan puestos prominentes en el gobierno actual y son figuras destacadas en la sociedad ucraniana. Conozcamos a algunos de estos nazis famosos.

El general de brigada Andriy Biletsky (comandante del Tercer Cuerpo de Ejército de Ucrania “Azov”, [anteriormente conocido como Batallón Azov, Brigada Azov y 3.ª División de Infantería Independiente], de 46 años).

Andriy Biletsky es conocido por sus hombres como el “Líder Blanco” o el “Jefe Blanco”. Es la última versión de Washington del “rebelde moderado”, un señor de la guerra nazi y antidemocrático al que Occidente pretende presentar como defensor de la democracia frente a la autocracia.

Esto es una fantasía propagandística. Biletsky pronunció una vez un discurso titulado “Nacionalismo social racial ucraniano” en el que  declaró :

La idea mística principal del nacionalismo social es la creación, en lugar de un conjunto de individuos dispares, unidos mecánicamente por el nombre de «ucranianos» y la presencia de un pasaporte ucraniano, de la Supercomunidad Nacional: un único organismo biológico compuesto por un Pueblo Nuevo, personas desarrolladas física, intelectual y espiritualmente. De la masa de individuos surgirá la Nación, y del hombre moderno débil, el Superhombre.

El socialnacionalismo se basa en una serie de principios fundamentales que lo distinguen claramente de otros movimientos de derecha. Se trata de una especie de tríada: sociabilidad, raza, gran poder…

La misión histórica de nuestra Nación, en este punto de inflexión, [es conducir a] los pueblos blancos de todo el mundo a la última cruzada por su existencia contra los subordinados semíticos.

Biletsky fundó el Batallón Azov al estallar la guerra civil en 2014. Esta milicia nazi, que recluta entre los sectores más ultraderechistas de Ucrania y otros países, ha mantenido su carácter de fuerza totalmente voluntaria, incluso cuando Ucrania ha recurrido a brutales tácticas de reclutamiento para completar sus filas militares. Ha ganado prestigio y poder, y ahora cuenta con una unidad oficial dentro de la Guardia Nacional y otra dentro del Ejército, ambas bajo el mando de Biletsky.

Los autores dedicaron un  artículo reciente  a Biletsky y lo consideran uno de los hombres con más probabilidades de causar graves problemas en la próxima Ucrania de posguerra, con el potencial incluso de hacerse con la presidencia.

Vladyslav Sobolevsky  (Cofundador y Director del Instituto Isla de las Serpientes, aproximadamente 37 años de edad)

Vladyslav “Borisfen” Sobolevsky es un ex subcomandante del Tercer Cuerpo de Ejército “Azov”, donde sirvió bajo las órdenes de Biletsky. Anteriormente, también se desempeñó como subjefe de Estado Mayor de Biletsky cuando el Líder Blanco dirigía el Cuerpo Nacional, un partido político socialnacionalista que suspendió sus operaciones tras la invasión rusa de 2022.

El Instituto Isla de la Serpiente (SII) es un centro de estudios alineado con Azov. Fundado en 2024, el SII  declara que  su objetivo es “forjar un ecosistema de seguridad internacional con raíces en Ucrania para convertir la experiencia probada en el campo de batalla en estándares compartidos, capacitación, programas conjuntos y políticas que fortalezcan el mundo libre”, y su misión es “promover a Ucrania en Occidente mediante la construcción y ampliación de la cooperación estratégica en materia de seguridad, reuniendo a socios de confianza en los ámbitos gubernamental, industrial y de la sociedad civil”.

La Isla de las Serpientes es un “ afloramiento rocoso del Mar Negro ” que posee un tremendo poder simbólico en la esfera pública de Ucrania.

Como informó el autor (Horton) en su libro de 2024,  Provoked :

Los ucranianos inventaron una historia fantástica sobre cómo algunos de sus soldados, estacionados en la diminuta Isla de las Serpientes, se habían enfrentado valientemente a la armada rusa, diciéndoles: «¡Buque de guerra ruso, vete a la mierda!», y luchando hasta el final. Los hombres «murieron heroicamente», dijo el presidente Zelensky. La historia era un engaño. Nunca sucedió. Simplemente se rindieron. Pero ¡qué gran propaganda de guerra! Los periódicos y los noticieros de televisión por cable la adoraron y la repitieron a sus audiencias crédulas. La verdad es la primera víctima en la guerra, como se suele decir.

En resumen, un nombre perfecto para un centro de estudios. En septiembre y octubre, Sobolevsky encabezó al personal del SII (muchos de ellos notablemente jóvenes y mujeres) en un viaje de relaciones públicas y cabildeo a Estados Unidos. Según el periodista Moss Robeson :

En su primer día en Estados Unidos, todos se reunieron en el Departamento de Estado con Kevin Covert, director para Asuntos de Europa del Este. Este año, Covert también se reunió con uno de los principales rivales políticos de Zelensky, su predecesor Petro Poroshenko, así como con Oleksiy Goncharenko, un destacado parlamentario del partido de Poroshenko, y con Arseniy Yatsenyuk, ex primer ministro de Ucrania (2014-2016). En los próximos días, el Instituto Snake Island visitó el Atlantic Council, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y, posiblemente, otros centros de estudios estratégicos de Washington D. C. (Ya habían entablado relaciones con el Consejo de Política Exterior Estadounidense).

El SII también tuvo un encuentro con el general retirado Michael Flynn, organizó conjuntamente un evento privado en el Army and Navy Club de Washington con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), ofreció una conferencia a estudiantes de la Academia Naval de Estados Unidos en Maryland, visitó la Escuela Naval de Posgrado en Monterey, California, y organizó un “Foro de Cooperación en Defensa” en Los Ángeles.

Que un nazi orgulloso como Sobolevsky sea agasajado por todo el aparato gubernamental estadounidense y sus socios de la industria de defensa no es nada nuevo, especialmente desde la escalada rusa de 2022. En una noche surrealista de 2023, miembros de Azov fueron elogiados en persona por el líder de opinión neoconservador Francis Fukuyama y el exembajador en Rusia durante la administración Obama, Michael McFaul, en un evento en la Universidad de Stanford , con sus símbolos nazis proyectados en la pared. Lo que hizo que esta noche fuera verdaderamente insólita fue que, semanas antes, el Centro de Stanford para la Seguridad y la Cooperación Internacional publicó un  estudio que alertaba sobre el azismo de Azov. Pero Sobolevsky no solo busca apoyo en la guerra actual. Está trabajando para crear un lobby permanente a favor de Ucrania que estará plenamente integrado en la estructura imperial de Estados Unidos.

El perfil de Azov fue posteriormente  eliminado discretamente  del sitio web de Stanford, lo cual es curioso porque si uno busca el término “Azov” en el sitio, todavía devuelve resultados para el Rise Above Movement (RAM), la División Misantrópica, C14, Right Sector, la División Atomwaffen, el Movimiento de Resistencia Nórdica y el Movimiento Imperial Ruso; todos ellos nazis, y todos ellos, según Stanford, siguen estando estrechamente vinculados con sus asociados en el movimiento Azov de Ucrania.

Denys Prokopenko  (Comandante del 1er Cuerpo “Azov” de la Guardia Nacional Ucraniana, 34 años de edad)

Denys Prokopenko es el homólogo de Biletsky en la Guardia Nacional, específicamente en la Brigada Azov. Supervisa  cinco brigadas , incluida la 12.ª Brigada de Fuerzas Especiales “Azov”, creada originalmente al mismo tiempo que el Cuerpo de Biletsky.

Al igual que Biltesky, Prokopenko es considerado un  héroe de guerra . Se unió al Batallón Azov como fusilero antitanque en 2014 y ascendió rápidamente de rango. En 2022, lideró la defensa de Mariúpol durante 86 días antes de rendirse a los rusos. Fue liberado mediante un intercambio de prisioneros unos meses después y exiliado a Turquía, donde Estados Unidos y, presumiblemente, Rusia creían que permanecería durante el resto de la guerra. Sin embargo, en una maniobra al estilo Minsk, fue repatriado a Ucrania y puesto nuevamente al mando de las tropas.

Los hombres de Prokopenko exhiben simbología nazi en sus banderas, uniformes y tatuajes. Son orgullosos defensores del marco ideológico desarrollado por Biletsky. Si Biletsky cuenta con Prokopenko y sus hombres de su lado en la lucha interna por el poder, su camino a la presidencia será mucho más fácil.

Andriy Parubiy  (Asesinado el 30 de agosto de 2025, a los 54 años)

Andriy Parubiy fue una figura clave en el golpe de Estado ucraniano de 2014, al mando de miles de militantes de extrema derecha que proporcionaron a los manifestantes del Maidán su ventaja letal. En 1991 fundó el Partido Social-Nacionalista de Ucrania (¿lo pillan?), que pasó a llamarse Svoboda en 2004. En 2007, organizó la inauguración de una enorme estatua de Stepan Bandera en Leópolis. Durante la Segunda Guerra Mundial, Bandera fue el líder de la OUN-B, el brazo armado de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, que colaboró ​​con la Alemania nazi en la perpetración del Holocausto.

Tras el golpe de Estado de 2014, Parubiy fue nombrado secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania. Se unió al Partido Patria de Yulia Timoshenko y llegó a ser presidente de la Rada, el Parlamento ucraniano. Impulsó la adhesión de Ucrania a la OTAN, abogó por una solución militar para lidiar con los separatistas en el este del país y sistemáticamente señaló a Rusia como la fuente de todos los problemas de Ucrania.

El 30 de agosto, fue asesinado a tiros en Leópolis. Los primeros informes sugerían que un pistolero ucraniano solitario había asesinado a Parubiy en venganza por la muerte de su hijo, un soldado ucraniano caído en la guerra. Sin embargo, el 3 de octubre, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU)  afirmó que el hombre actuó bajo las órdenes de la inteligencia rusa. Por lo que sabemos, el SBU pudo haber ordenado el asesinato, o bien fue eliminado por un actor ideológico rival.

Obviamente, hay motivos para que todos mientan sobre lo sucedido, pero los nazis han arrastrado a Ucrania a una lucha catastrófica que ha cobrado la vida de cientos de miles de soldados y amenaza con destruir la nación. Mientras tanto, Rusia se ha comprometido a desnazificar el país. Los nazis ucranianos están urdiendo una narrativa perfecta de traición. Sin duda, tienen una razón existencial para desviar la culpa, seguir demonizando a Rusia y tal vez incluso volverse contra Estados Unidos. Y mientras luchan por el poder entre ellos, debemos anticipar consecuencias letales.

Oleh Tyahnybok  (Mayor de la 128ª Brigada Independiente de las Fuerzas Armadas de Ucrania, 57 años de edad)

Oleh Tyahnybok se convirtió en líder del Partido Social Nacionalista en 2004 y supervisó su cambio de nombre a Svoboda (“Libertad”). Un nombre más suave. La misma ideología fascista. La página web de Svoboda declaraba :

No somos Estados Unidos, una mezcla heterogénea de todo tipo de personas… El ucraniano debe seguir siendo ucraniano, el polaco, polaco, el gagauzo, gagauzo, el uzbeko, uzbeko.

Esto se torna aún más inquietante si consideramos  que el asesor de Tyahnybok, Yuriy Mykhalchyshyn, afirmó que el Holocausto fue «un episodio brillante de la civilización europea». O si tenemos en cuenta que, siendo miembro de la Rada en 2005, Tyahnybok escribió varias «cartas abiertas» al presidente Viktor Yushchenko exigiéndole que aplastara la «actividad criminal de la judería organizada» en Ucrania. O que invocó reiteradamente la amenaza de la «mafia judeo-moscovita» contra la nación ucraniana.

Desde 2022, ejerce como mayor en las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según  Tatyana Karmazina  en  Telegraf , presta servicio en la 128.ª Brigada Independiente de las Fuerzas Armadas de Ucrania, es subcomandante de un batallón independiente y su único hijo se convirtió en héroe de guerra en el conflicto.

Gordiy Tyahnybok, hijo de 28 años del ‘Svobod’, también se unió a las Fuerzas Armadas de Ucrania al comienzo de la guerra y luchó en el batallón ‘Fuerza de la Libertad’ de la 4.ª Brigada de la Guardia Nacional ‘Rubizh’. En mayo de 2024, Gordiy resultó herido en la dirección de Bakhmut y fue evacuado a Dnipro para recibir tratamiento.

El anciano Tyahnybok fue una de las figuras más importantes del golpe de Estado de 2014. Se le menciona por su nombre en la infame llamada telefónica filtrada de 2014, en la que la subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos Europeos y Euroasiáticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, y el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt, expresaron su rechazo a la UE. En la llamada, en la que Nuland y Pyatt discuten los contornos del gobierno ucraniano posterior a la transición, Tyahnybok es considerado una figura ideológica y mentora clave, cercana al nuevo régimen.

Si bien es cierto que podría tener ambiciones presidenciales, lo más natural sería que asumiera un cargo de alto rango similar en un nuevo gobierno fascista. Es aproximadamente diez años mayor que Biletsky y ha mantenido un perfil mucho más bajo que el Líder Blanco. No tiene vagones enteros del metro de Kiev dedicados a su  deificación , como sí ocurre con el joven, por ejemplo. Si apoya a Biletsky, Ucrania podría acabar bajo un régimen absolutamente nazi, al que incluso Washington se opondría.

Dmytro Yarosh  (Comandante del Ejército Voluntario Ucraniano, 54 años)

Dmytro Yarosh fue miembro fundador de Sector Derecho, que proporcionó matones para el golpe de Estado de 2014. En 2015, fundó el Ejército Voluntario Ucraniano (EVU). Según todos los indicios, el nombre EVU no es orwelliano y parece depender exclusivamente de voluntarios. El ejército regular de Ucrania se basa en un sistema de reclutamiento obligatorio que consiste en arrancar a la fuerza a hombres jóvenes (e incluso no tan jóvenes) de las calles de Kiev, Leópolis y otras ciudades. Los nazis quieren declarar la guerra a Rusia y son expertos en reclutar radicales afines.

Yarosh fue uno de los nazis que profirió abiertamente amenazas de muerte contra el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. En 2019, Zelenski había sido elegido con una plataforma de paz y estaba interesado en implementar los acuerdos de Minsk. Yarosh y sus secuaces se opusieron rotundamente. Como  informó Ted Snider, investigador principal del Instituto Libertario, en 2024:

Los líderes ultranacionalistas desafiaron a Zelensky y advirtieron que un alto el fuego y el cumplimiento de sus promesas de campaña provocarían protestas y disturbios. Más grave aún, lo amenazaron de muerte. Dmytro Yarosh, fundador de la organización paramilitar Sector Derecho, amenazó con que, si Zelensky cumplía su promesa de campaña, «perderá la vida. Será colgado de algún árbol en el bulevar Khreshchatyk si traiciona a Ucrania y a quienes murieron en la Revolución y la Guerra. Y es muy importante que lo entienda».

Yarosh ha estado asesinando a separatistas ucranianos y rusos desde entonces. No debemos esperar que sea ideológicamente más moderado cuando llegue el momento de reemplazar al gobierno de Zelensky. Recientemente fue asesor del excomandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny.

Yevhen Karas ( Comandante del 413.º ​​Batallón Independiente de Sistemas No Tripulados “Raid”, 37 años de edad)

Yevhen Karas fue el líder de C14 durante el golpe de Estado de 2014. ¿Qué es C14? Es una milicia del Partido Svoboda que toma su nombre de las infames “14 palabras” del supremacista blanco David Lane : “Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos”.

Karas no se hacía ilusiones sobre la agenda de DC. Comprendía que se estaba jugando una partida de ajedrez geopolítica y que esta, y no ninguna preocupación por los ucranianos o su soberanía, era la razón de la afluencia de dinero y armas. Los nazis (o nacionalistas ucranianos, como él prefería) eran expertos en matar  rusos.

“Nos estaban dando tanto armamento, no porque… quisieran lo mejor para nosotros, sino porque realizábamos las tareas que Occidente nos imponía, porque éramos los únicos preparados para hacerlas”. Explicó: “Nos divertimos matando y nos divertimos luchando. Y ellos piensan: ‘Vaya, a ver qué pasa’”.

Como comandante de  RAID , Karas es crucial para la guerra con drones de Ucrania, que sigue  atacando  en territorio ruso. Por ello, Karas es posiblemente una de las personas con mayor probabilidad de provocar un ataque nuclear contra Kiev. Y si bien asesinar con rifles aún está  de moda , el futuro de los asesinatos se centra claramente en los drones. Es posible que veamos ese futuro manifestarse en la próxima lucha por el poder en Ucrania.

Mientras tanto, Rusia está plenamente comprometida con la victoria en Ucrania en sus propios términos. El país adoptó recientemente un sistema de servicio militar obligatorio durante todo el año . Ni siquiera se encuentra oficialmente en guerra según sus propias categorías internas, legales y de movilización. Pero eso podría cambiar. La campaña de desnazificación, al ser un proyecto gubernamental, ha contribuido a la nazificación de Ucrania. Dada la presión que ejerce el ejército ruso sobre Ucrania, la creciente radicalización de los nazis ucranianos a través del derramamiento de sangre y la voluble postura de Occidente ante el conflicto, nos encontramos ante una situación explosiva en el Lejano Oriente.

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