Gaceta Crítica

Vijay Prashad (TRICONTINENTAL), 31 de Octubre de 2025

Estados Unidos ha intentado utilizar la presión económica y militar para mantener una posición dominante en Asia, pero el auge de China y la agenda de la región lo hacen cada vez más difícil.

Nguyễn Phan Chánh (Vietnam), Market Scene [Escena del mercado], 1937.

El último día de octubre de 2025, lxs líderes de las 21 naciones del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC por su sigla en inglés) se reunirán en la ciudad de Gyeongju, en la República de Corea (Corea del Sur), para celebrar la 33^a cumbre de la organización. Desde su fundación en 1989 en Canberra, Australia, la APEC ha promovido la creación de una zona de “comercio libre y abierto”, un concepto esbozado en los Objetivos de Bogor, que surgieron de la cumbre celebrada en Indonesia en 1994.

La APEC, un producto de su época. Primero, surgió como un instrumento del Consejo de Cooperación Económica del Pacífico de Japón con el objetivo de crear cadenas de suministro regionales después de que el Acuerdo del Plaza (1985) apreciara el yen frente al dólar. Segundo, se diseñó durante la Ronda Uruguay (1986-1994) del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que culminó con la creación de la Organización Mundial del Comercio. Era la era de la liberalización comercial, cuando Estados Unidos y sus socios del Grupo de los Siete (G7), embriagados por la sensación de que la Historia había terminado y que todos los países girarían en torno a Estados Unidos por toda la eternidad, presionaron a los países para que abrieran sus economías a las empresas del Atlántico Norte y japonesas. Estados Unidos esperaba que el Tratado de Maastricht (1993), que creó la Unión Europea, condujera a un acuerdo de libre comercio transatlántico (aunque esto nunca sucedió) y que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994) uniera a Canadá y México a Estados Unidos de forma perpetua.

Leang Seckon (Camboya), The New Phnom Penh [La nueva Phnom Penh], 2010.

Durante años, Estados Unidos asistió a las cumbres de la APEC y presionó por la creación de una zona de libre comercio que permitiera a sus empresas dominar la región. Los Objetivos de Bogor de 1994 tenían este propósito, pero fracasaron por diversas razones, entre ellas por el temor interno que el creciente poderío industrial de Asia superará al de Estados Unidos. En 2005, cuatro países (Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur) firmaron el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, al que se sumaron en 2013 otros ocho países (Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú, Estados Unidos y Vietnam). Sin embargo, fue demasiado poco y demasiado tarde. La crisis financiera de 2008 sacudió al Sur Global, que tomó conciencia de la fragilidad de las economías del Atlántico Norte y de la necesidad de construir una alternativa de comercio y desarrollo Sur-Sur.

En 2007, en vísperas de la crisis financiera, China ya era la tercera economía más grande del mundo. En 2010, superó a Japón y se convirtió en la segunda economía más grande. Hoy, China es el mayor socio comercial de la mayoría de los países de Asia-Pacífico, incluidos 13 de los 21 países de la APEC. Después de la crisis financiera de 2008, los países de la cuenca del Pacífico dejaron de dar prioridad a la búsqueda de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Cuando el presidente estadounidense Donald Trump retiró a su país del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica en 2017, los demás países continuaron las negociaciones sin Washington en la mesa. Diez de los once signatarios del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, que surgió de estas negociaciones, eran miembros de la APEC.

Kim In Sok (República Popular Democrática de Corea), Rain Shower at the Bus Stop [Lluvia torrencial en la parada de autobús], 2016.

En una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por su sigla en inglés) celebrada en 2011, algunos miembros debatieron la posibilidad de un acuerdo de libre comercio centrado en Asia. Las negociaciones avanzaron con la confianza de que los diez miembros de la ASEAN, más China e India, constituyen una importante red comercial. India finalmente se retiró, pero los diez países de la ASEAN, así como China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, permanecieron en el proceso. En 2020, estos países firmaron la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por su sigla en inglés), el mayor bloque comercial del mundo, con casi un tercio de la población mundial (2.300 millones de personas) y el 30% del producto interno bruto (PIB) mundial. En comparación, la Unión Europea representa alrededor del 15% del PIB mundial, mientras que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aproximadamente el 17% del PIB mundial. El RCEP logró una forma de “comercio libre y abierto”, lo que la APEC aspiraba a conseguir con sus Objetivos de Bogor, mientras que Estados Unidos permaneció aislado.

Sin embargo, Estados Unidos conserva al menos dos instrumentos para ejercer su poder en la región Asia-Pacífico: la APEC, que es menos un foro económico y más un instrumento para que Estados Unidos discipline a sus aliados asiáticos y Rim of the Pacific [Cuenca del Pacífico] (RIMPAC por su sigla en inglés), que es su brazo militar. El RIMPAC se creó en 1971 como parte de la arquitectura de la Guerra Fría contra la Unión Soviética, pero se ha transformado en un mecanismo para ejercer el poder naval contra China y otros países que buscan la soberanía. RIMPAC, organizado por el Comando Indo-Pacífico de la Marina de Estados Unidos y con sede en Hawái, ahora incluye activos militares israelíes. Esto debería crear problemas a miembros como Colombia, Chile y Malasia, que han adoptado posiciones firmes frente al genocidio israelí contra lxs palestinxs, actualmente en curso. Todos los países de la APEC participan en RIMPAC, excepto China, Rusia y Vietnam (China participó hasta que fue excluida en 2018).

La coincidencia entre lxs miembros de la APEC y el RIMPAC revela el intento de Estados Unidos de ejercer su hegemonía a través del consentimiento económico (APEC, que coordina los circuitos económicos del capitalismo) y la coacción militar (RIMPAC, que garantiza las condiciones militares para ese orden económico). Aunque la APEC parece ocuparse únicamente de la inversión, las cadenas de suministro y la economía digital, en realidad es un mecanismo para garantizar que Estados Unidos –con al menos 260 bases militares y emplazamientos rotativos, desde la base RAAF de Darwin en Australia hasta la base aérea de Kadena en Japón y con las maniobras militares del RIMPAC– siga siendo la potencia dominante en la región. La estrategia estadounidense para contener a China está ahora firmemente anclada en la dinámica APEC-RIMPAC. Incapaz de competir con el auge económico de China y sus vecinos, Estados Unidos recurre a campañas de presión militar y diplomática.

Rodel Tapaya (Filipinas), Alamat ni Lam-ang (La leyenda de Lam-ang), 2012.

La cumbre en Corea del Sur estará rodeada de manifestaciones masivas lideradas por sindicatos de trabajadorxs industriales y agrícolas, grupos de derechos humanos y organizaciones estudiantiles. También habrá grupos de seguidores ultranacionalistas del expresidente Yoon Suk Yeol (2022-2025) del partido de derecha People Power Party, quien declaró la ley marcial en 2024. Pero estos grupos no conformarán el grueso de las manifestaciones, que buscan la creación de una economía centrada en las personas en Corea del Sur y se oponen al intento de utilizar la cumbre de la APEC para afianzar a la élite política del país, que sigue conmocionada por la caída de Yoon.

Hun Kyu Kim (Corea del Sur), Draft of Long Long Summer [Borrador de un largo, largo verano], 2017.

A medida que el centro de gravedad de la economía mundial se desplaza a Asia, Estados Unidos utiliza todos los medios posibles para imponerse. No obstante, ya no dispone de las herramientas para dominar como lo hacía antes. Un uso productivo de la APEC es que proporciona una plataforma para que lxs líderes de Estados Unidos y China se reúnan en un momento en que los espacios para el diálogo bilateral se están reduciendo. Por eso los medios de comunicación se han centrado en la reunión entre Trump y el presidente chino Xi Jinping.

En 2013, el presidente Xi utilizó la expresión “comunidad de futuro compartido para la humanidad” (人类命运共同体), que se incluyó en la Constitución del Partido Comunista de China de 2017. En la cumbre de la APEC celebrada en Beijing en 2014, Xi afirmó que Asia-Pacífico no debía convertirse en “un escenario de competencia”, sino en el lugar donde se forjara “una comunidad con un destino común”. Lxs funcionarixs chinxs comenzaron a hablar de una “comunidad de futuro compartido Asia-Pacífico” (亚太命运共同体), que se hacía eco de la frase de 2013. La esencia de estas frases es que los países asiáticos no deben luchar por bloques políticos o alianzas militares. Deben estar abiertos al diálogo con todos y construir plataformas que defiendan la dignidad de todos los pueblos. Aunque se trata de frases interesantes, sus nobles sentimientos solo pueden hacerse realidad en el proceso de la historia, cuando los pueblos de toda la región vean mejorar sus vidas gracias a la paz y el desarrollo.