Begoña P. Ramírez y Pilar L. González de Lara (PÚBLICO), 13 de Octubre de 2025
- El grupo, que integra desde una correduría de seguros hasta dos socimi y una comercializadora de luz y gas, facturó el año pasado 34 millones de euros y quintuplicó sus beneficios de 2019.
- «Cumplimos escrupulosamente con la ley desde hace más de 18 años, los propietarios e inquilinos tan sólo pagan por los servicios que desean contratar», responde la empresa, investigada por prácticas abusivas con los arrendatarios.
- ‘Público’ inicia la publicación de una serie de investigación sobre el gigante inmobiliario

«Trabajan para los propietarios. Si eres inquilin@ estás perdid@». Cuando en marzo de 2025 el Ministerio de Consumo abrió expediente a Alquiler Seguro por prácticas abusivas contra los arrendatarios, tres demandas del Sindicato de Inquilinas llevaban ya un año en los juzgados y dos años las denuncias de Facua y OCU ante organismos de defensa del consumidor autonómicos y nacionales. La web Trustpilot, donde los consumidores alaban o critican productos y servicios de empresas, bullía esta primavera con reseñas negativas; a día de hoy acumula cerca de 700, el 85% de ellas desfavorables. Como la que encabeza este párrafo. Y no sólo de inquilinos insatisfechos, sino también, sorprendentemente, de caseros descontentos.
Una reacción inesperada, en principio, teniendo en cuenta que Alquiler Seguro se creó para dar «protección y seguridad a los propietarios». Y, después, proclama su web, para facilitar «soporte integral a inquilinos». Ésa fue la marca que la convirtió en referente para quien quería poner en alquiler una vivienda sin correr ningún riesgo: garantizan el cobro de la renta el día 5 de cada mes, presumen de una tasa de morosidad del 0% y se encargan de la gestión integral para que el casero pueda mantener el anonimato, olvidándose del inquilino y de cualquier avería o incidencia.
Público inicia, con este artículo, la publicación de una serie de investigación sobre Alquiler Seguro, que estará integrada por nueve artículos.
El origen
Alquiler Seguro fue creada en 2007 por cinco socios: Antonio Carroza, Eduardo Fresno, Sergio Luisilla, Gustavo Rossi y Miguel Rossi. Desde 2013 pertenece a la sociedad instrumental Explotación de Negocios y Actividades Comerciales SL (Enacom), en ese momento propiedad de Antonio Carroza, Eduardo Fresno y Gustavo Rossi. Desde 2023, el fondo de inversión Aurica posee el 49% de Enacom y tiene un puesto en el consejo de administración, donde también se sientan Carroza –a través de su sociedad Tau Advisors United SL– y Sergi Gargallo –a través de Active Growth Consulting SL–. Este último llegó a la compañía en 2015.
Pero Alquiler Seguro es mucho más que una agencia inmobiliaria al uso. Y no sólo porque se dedique exclusivamente a los alquileres. O porque lo suyo sea el alquiler garantizado. Enacom es la sociedad dominante de un grupo en el que, además de Alquiler Seguro SA, han llegado a funcionar una decena larga de empresas. Anexia Tecnologías SL, que le da soporte informático; la correduría de seguros Generación Plus; Generación Pluslegal SL, que proporciona asesoramiento jurídico a sus clientes; General de Contratas y Energías SLU, encargada de las reparaciones en las viviendas alquiladas; la comercializadora de luz y gas Alquiler Seguro Energía, e incluso La Radio que Viene SL, que pidió –sin éxito– una licencia de FM al Principado de Asturias en 2023. También posee Hospital General Veterinario SA, una red de clínicas veterinarias en Madrid. Y una filial en Portugal, SWGP – Proteção de Arrendamento e Mediação Imobiliária, UNIP LDA. Allí opera como Aluga Seguro.
Hasta 2022, además, el grupo incluía a Fichero de Inquilinos Morosos SL, ya extinguida y que tuvo una filial en México; Invermax Propiedades Rentables SL, liquidada en 2023 pero que sigue sirviendo de marca para ofrecer inversiones inmobiliarias a particulares, y la publicitaria Iniciativas Empresariales Una Más SL, absorbida ese mismo año. Finalmente, Alquiler Seguro ha tenido tres socimi (sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria) en los últimos años, de las que vendió una en julio de 2024, al tiempo que creaba otras dos, una de ellas sin actividad aún.
De un país de propietarios a otro de inquilinos
Alquiler Seguro nació justo cuando estaba a punto de pinchar la burbuja inmobiliaria y la crisis económica posterior empujó a los españoles al alquiler. Los despidos, la caída de los salarios de quienes conservaban sus empleos y el cierre del grifo antes tan generoso del crédito hipotecario acabaron con un país de propietarios y dispararon la demanda de pisos para arrendar. Hoy nueve millones de personas residen en una vivienda alquilada, 3,3 millones más que en 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El final de la historia es conocido: los precios del alquiler se sitúan ahora en niveles de récord. En los últimos 10 años han subido un 94%, según los datos de Fotocasa. Si se mide el precio por metro cuadrado, el Banco de España, con datos de la Agencia Tributaria, revela un crecimiento que entre 2015 y 2022 supera el 50% en València y alcanza el 44% en Málaga, el 33% en Barcelona y el 30% en Madrid. Este año los alquileres aumentarán un 15%, según los cálculos de la Asociación de Agencias y Agentes Inmobiliarios de Madrid (AIM). El volumen de operaciones, calcula la AIM, se acercará a los 900 millones de euros.
Semejante pujanza atrajo al alquiler a las inmobiliarias que con la burbuja tenían todo su negocio en la compraventa. De modo que en un mercado hasta entonces pequeño y donde los únicos protagonistas eran particulares, un casero y un inquilino, irrumpieron las agencias, los profesionales de la intermediación: en Barcelona, las inmobiliarias gestionan tres de cada cuatro contratos; en Madrid, el grado de penetración es menor, un 34,1%, según un estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona.

Y allí estaba ya Alquiler Seguro. Aunque no es la única que ofrece blindaje a los propietarios de las viviendas en alquiler. Hay otras similares, como la Agencia Negociadora del Alquiler –que vende el Tranquiler como producto estrella–, Renta Garantizada –del grupo inmobiliario Neinor Homes–, la Sociedad Española de Alquiler Garantizado o incluso dos proptech –inmobiliarias del mundo digital– como Housfy y Rentuos.
Un caso de éxito: quintuplica beneficios en cinco años
Pero, de todas ellas, Alquiler Seguro es la que cuenta con una cartera mayor: 30.000 viviendas, según los datos facilitados por la inmobiliaria a preguntas de Público. Rentuos dice que gestiona 1.200 alquileres. La Agencia Negociadora del Alquiler cifra en 76.000 los contratos que ha firmado en 13 años. Alquiler Seguro también es la que más dinero gana. Según las cuentas que ha depositado en el Registro Mercantil, cerró 2024 con unos beneficios de casi 2,6 millones de euros, lo que casi quintuplica sus ganancias de 2019. El año pasado su volumen de negocio ascendió a 28,01 millones de euros, más que doblando la cifra de cinco años atrás –12,07 millones–. En su informe de gestión, atribuye la mejora al aumento de los honorarios cobrados a los inquilinos –13,12 millones– en un 20,5% respecto al ejercicio anterior, y al crecimiento en un 25% de los ingresos por cuotas mensuales de propietarios –11,65 millones–. Además, 2024 fue un buen año gracias al alza de «los honorarios de la gestión integral y la monitorización de rentas», que sumaron 1,67 millones, un 42,5% más, así como al de los «ingresos por certificados, estudios de inquilinos y garantías por desistimiento», 954.344 euros, nada menos que un 217,5% por encima de 2023, según revela la propia empresa. Alquiler Seguro se gasta dos millones de euros en publicidad. Cuenta con una plantilla de 570 trabajadores.
Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil por la sociedad dominante Enacom son las correspondientes a 2023. El grupo consolidado facturó ese año 34,23 millones, un 11% más que el ejercicio anterior.
«Es mejor que el sector esté profesionalizado, porque el alquiler es una actividad económica. La foto del casero que sólo tiene una vivienda, la alquila y luego ni se preocupa de ella ni le presta servicios es una imagen bucólica del pasado. La realidad ahora es que el mercado del alquiler está muy intermediado y la empresa que te busca el mejor inquilino y garantiza el cobro de la renta no es una cosa maligna per se… El problema es quienes utilizan la dificultad de encontrar vivienda para ser superagresivos y ofrecer servicios muy atractivos para el casero que se basan en exprimir al máximo al inquilino». Quien así se expresa, sin referirse específicamente a Alquiler Seguro, es Javier Burón Cuadrado, gerente de Nasuvinsa, la empresa pública de vivienda de Navarra, y antes gerente de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona. Experto en temas inmobiliarios, acaba de publicar El problema de la vivienda. Cómo desactivar la bomba de relojería que amenaza con colapsar España.
El casero paga 1.536 euros; el inquilino, 4.326
Según ha podido comprobar Público y corrobora la propia empresa, al propietario de un piso se le cobra en el momento de la firma un 10% de la renta anual más el 21% de IVA por los gastos de formalización del contrato, y cada mes se le descuenta un 5% de la renta más el 21% del IVA por la gestión del alquiler. Si, además, el casero contrata la gestión integral, se le cobra otro 2% de la renta mensual. Es decir, para un alquiler de 1.000 euros al mes, el propietario paga en el momento de firmar un total de 1.536,7 euros, contando con la gestión integral (1.452 + 60,5 + 24,2 euros).
En 2019 los contratos que firmaban los inquilinos de Alquiler Seguro incluían los siguientes pagos: la fianza –que debe ser depositada por el propietario en el organismo de vivienda de cada comunidad autónoma y equivale a una mensualidad–, un depósito de la misma cuantía que se queda la inmobiliaria –y funciona como la fianza: se devuelve al finalizar el contrato y del que se puede descontar cualquier desperfecto de la vivienda–, la propia mensualidad, un seguro del hogar y unos honorarios –a cambio del acceso al área privada de cliente, la redacción de los «documentos para el desarrollo de la relación arrendaticia» y la gestión del pago de las rentas– también equivalentes a un mes de renta. Además, cobraba el certificado de solvencia –ocho euros en el contrato al que ha tenido acceso este periódico– y el 21% de IVA.
En otro contrato con fecha de 2023, se repiten la fianza, el depósito y la mensualidad, pero desaparecen los honorarios. También exige una póliza de seguro del hogar, que puede aportar el inquilino o bien dejar que Generación Plus, la correduría de Alquiler Seguro, se la proporcione a cambio de 129 euros. «El cliente reconoce expresamente, de conformidad con la legislación vigente, que los honorarios de gestión inmobiliaria y de formalización del contrato serán a cargo del arrendador», se lee en el punto 7 (con el epígrafe «Información previa») del contrato de condiciones particulares. En su lugar, el inquilino firma un «contrato de servicio de atención al inquilino (SAI)», en el que se repite esa misma frase sobre los honorarios. El precio de este servicio es ahora fijo, 990 euros más el 21% de IVA. La empresa también cobra ahora 20 euros más IVA de cuota de mantenimiento del SAI a partir del primer año de contrato.
Es decir, para un alquiler de 1.000 euros al mes, el inquilino debe pagar en el momento de firmar el contrato un total de 4.326,9 euros. Casi tres veces más que lo tiene que abonar el casero, por tanto.
«La lógica de nuestra profesión es cobrar el servicio al que se le presta y te lo ha encargado», explica José María Alfaro, presidente de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), que cuenta con unos 8.000 asociados. A su juicio, el coste para el inquilino debe ser «limitado y por servicios de valor añadido, ya que no han sido elegidos voluntariamente por él», mientras que «la mayor parte de la carga» debe recaer en el arrendador, que es quien contrata a la inmobiliaria.
Jaime Palomera, antropólogo, investigador y cofundador del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona y del Sindicat de Llogateres, va mucho más allá. «Ofrecer un servicio premium que paga el inquilino contra sus propios intereses es una manipulación de mercado de manual», critica. En otros países, abunda, sería «impensable» cobrar honorarios «a la demanda por un servicio que se presta a la oferta».
Teléfono de atención en horario comercial
Es precisamente en los honorarios que cobra Alquiler Seguro a los inquilinos donde ha puesto la lupa el Ministerio de Consumo, que no ha querido revelar a Público en qué fase se encuentra el expediente abierto a la empresa esta primavera. La firma ya ha presentado sus alegaciones, según ha indicado a este periódico. El departamento de Pablo Bustinduy investiga las denuncias presentadas por el Sindicato de Inquilinas-CECU, Facua, Consumidores en Acción y la OCU, según las cuales Alquiler Seguro y otras agencias cobran a los inquilinos por la gestión del arrendamiento, imponen la suscripción de un seguro o les obligan a contratar servicios no solicitados. Esos abusos pueden suponer multas de hasta un millón de euros. La Ley por el Derecho a la Vivienda, aprobada en 2023, prohíbe «trasladar a los inquilinos los gastos de gestión inmobiliaria y de formalización del contrato».
El Sindicato de Inquilinas ya había presentado ese año demandas judiciales en nombre de tres clientes de Alquiler Seguro, por toda una serie de ilegalidades. Están en fase de instrucción, pendientes de las audiencias previas que se celebrarán en marzo y octubre de 2026. Según aducían los arrendatarios, la inmobiliaria les cobró 200 euros por visitar un piso. No atendió las incidencias y averías durante la vigencia del contrato y les exigió datos bancarios excesivos para probar su solvencia. En noviembre de 2023, Facua había denunciado a Alquiler Seguro por imponer el pago de honorarios a los inquilinos.
A cambio de 990 euros más IVA, Alquiler Seguro presenta ahora al inquilino una oferta un poco más elaborada que en 2019: la misma «área privada de acceso» desde su página web, donde puede avisar y hacer seguimiento de cualquier incidencia en el piso y recibir «asesoramiento técnico», además de tener «la posibilidad de certificación fehaciente de la notificación de la incidencia al propietario [sic]». También se le ofrece un correo electrónico y un teléfono de atención en horario comercial, así como los «documentos contractuales» del alquiler en formato digital. Finalmente, dice que se le proporciona «asesoramiento jurídico» sobre problemas legales en materia de arrendamientos urbanos, a cargo de «abogados expertos», y «asesoramiento de suministros energéticos», que es como llaman al cambio de titularidad de los recibos de la luz y el gas.

Igualmente deja claro en otra cláusula del contrato que el arrendatario no puede acogerse al derecho de desistimiento –por el cual a un consumidor se le permite anular un contrato sin tener que justificar su decisión y sin que se le penalice– porque «el servicio ha sido ejecutado y disfrutado/consumido por el cliente». Sin embargo, en la última carta de servicios del SAI, aprobada en abril de 2024 y que está en vigor hasta abril de 2026, Alquiler Seguro sí reconoce al arrendatario el derecho de desistimiento, que debe comunicar a la empresa en un plazo de 14 días a partir de la fecha de formalización del contrato.
¿Servicio de asistencia u honorarios camuflados?
Sin embargo, los inquilinos se quejan en Trustpilot de que ese «servicio» por el que les cobran 990 euros más IVA y una cuota anual de mantenimiento es poco menos que «inexistente». «Brilla por su ausencia: si tienes algún problema, reza por que puedas contactar con la propiedad y sea medianamente competente, porque ellos no van a solucionar nada». «Su área de cliente lleva más de un mes sin funcionar y dicen que lo están solucionando». «Llevo tres semanas sin aire acondicionado con una incidencia abierta y me indican que hable con la casera, que no pueden hacer nada. ¿Entonces en qué consiste el servicio cuyo valor corresponde a una mensualidad del alquiler?». «Nunca hicieron caso a ninguna de las incidencias que hemos reportado». «El día 2 de mayo de 2025 alquilamos un piso en Mataró con ellos, con una visita online, ya que, según el comercial. no se podía de otra manera. Al abrir el piso el primer día estaba destrozado (inhabitable). Hoy estamos a día 28 y se siguen lavando las manos, pasando la pelota de unos a otros y sin dar solución. Me llama el comercial y me dice que el dueño no piensa arreglar nada (alucino, después de que vinieran dos personas a dar presupuesto) y ahora pido la rescisión del contrato por incumplimiento por parte del arrendador y me dicen que pierdo la fianza y el depósito (increíble). Me parece de juzgado de guardia».
Al menos desde abril de 2024, Alquiler Seguro incluye en su carta de servicios del SAI el compromiso de responder a las incidencias abiertas por los inquilinos en un plazo inferior a 10 días laborables.
Consumo investiga además si, como denuncian Facua y el Sindicato de Inquilinas, Alquiler Seguro obliga a los arrendatarios a firmar ese contrato de asistencia que, en realidad, es una forma de camuflar lo que antes les cobraban como honorarios y ahora prohíbe la ley. Los testimonios recogidos en Trustpilot reproducen un patrón: los comerciales advierten a los posibles clientes de que, si no firman el contrato SAI, el propietario «podría dar marcha atrás en su decisión de alquilarle el piso». «Nos dijeron que, si no lo pagamos, el arrendador tiene entonces que hablar directamente con el inquilino para todo, y la mayoría se niega«. De hecho, una de las ventajas que la empresa publicita para atraer a los caseros es que podrán «mantener el anonimato con sus inquilinos». Según el estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, cerca del 20% de los inquilinos que tratan con una inmobiliaria desconocen quién es el propietario de la vivienda: uno de cada cuatro en Barcelona y uno de cada cinco en Madrid. «Si no lo cogemos [el SAI], tenemos que formalizar nosotros mismos con el propietario«, se quejaba otro usuario.
Por el contrario, Alquiler Seguro asegura que ese contrato de asistencia al inquilino es «totalmente voluntario». «Cumplimos escrupulosamente con la ley desde hace más de 18 años», resalta la empresa a este periódico. «Los gastos de gestión y formalización del contrato recaen exclusivamente en el arrendador, como viene recogido en el contrato de prestación de servicios. Los propietarios e inquilinos con los que trabaja la empresa tan sólo pagan por los servicios que desean contratar«, explican.
Alquiler Seguro también utiliza Trustpilot para contestar a los clientes descontentos, aunque su última respuesta data del pasado 23 de mayo. En sus réplicas, la inmobiliaria repite una y otra vez que el SAI «no es obligatorio», pero que lo «recomienda» a los futuros inquilinos por las «ventajas que ofrece durante todo el contrato de alquiler: acompañamiento, gestión, asesoramiento y resolución de incidencias». Lo llama «plataforma digital personalizada».
José María Alfaro sostiene que la Ley de Derecho a la Vivienda ha sido «contraproducente»: hay agencias que han abandonado la gestión del alquiler. «Ahora los arrendadores saben que tienen el poder negociador al haber más demanda que oferta y no están dispuestos a pagar por un servicio que antes les salía gratis», detalla. También reconoce que «no todas» las agencias cobran al casero. «En ocasiones siguen cobrando al inquilino y FAI lo ha denunciado», destaca, «porque hay que cumplir la ley, no valen atajos, sino adaptarse, dando mayor cobertura de servicios al propietario y al inquilino». Al sacar de la ecuación al profesional, en un mercado «fuertemente desequilibrado», se ha dejado «al pie de los caballos al arrendatario, que carece de poder negociador frente al propietario. Por eso se han disparado las rentas y se le imponen condiciones leoninas e incluso abusivas al inquilino».

A cambio de un 5% de la renta mensual, la cartera de servicios que ofrece Alquiler Seguro al casero incluye un «exhaustivo estudio de solvencia» de los candidatos a inquilino, acceso a los ficheros de morosos y un contrato redactado por abogados expertos. Si contrata la gestión integral por un 2% más de la renta, les proporciona un asesor personal, gestionar las incidencias y coordinar las averías y reparaciones, además de financiarlas sin interés. Todo a través de una «plataforma integral de comunicación».
Condenas judiciales
En cualquier caso, la operativa de Alquiler Seguro con los arrendatarios ya ha merecido el reproche de la Justicia. La Audiencia Provincial de Madrid dictó dos sentencias, en 2020 y 2024, que declaraban abusivos los intereses con los que Alquiler Seguro penalizaba a los inquilinos cuyos recibos eran devueltos por el banco: se les aumentaba en 20 puntos el interés legal. Tras las condenas judiciales, los incrementa en dos puntos. «Siempre estamos en proceso de mejora», responde la empresa cuando Público le pregunta por ambas sentencias.
Los jueces también obligaron a mejorar a Alquiler Seguro cuando establecieron que la relación con dos de sus comerciales senior era laboral. La empresa los contrataba cuando son junior para tratar con los inquilinos, pero al ascenderlos para que traten con los caseros, los convertía en trades (autónomos que facturan en un 75% a un mismo cliente). Ahora Alquiler Seguro tiene a sus 570 empleados «dados de alta en la Seguridad Social», responde a este periódico.
Desnudando al inquilino
Otras prácticas, aunque legales, no dejan de suscitar inquietud en quienes se acercan a Alquiler Seguro para alquilar una vivienda. Por ejemplo, una fuente usual de críticas es la investigación a que someten al posible arrendatario para dilucidar si es el “inquilino perfecto” que prometen al casero. La empresa pide a cada candidato las tres últimas nóminas, el contrato laboral, así como el saldo y los movimientos de su cuenta bancaria durante los tres últimos meses. La información financiera puede pedirla a su banco el futuro inquilino… o puede solicitarla Alquiler Seguro. Un servicio que también cobra. En 2019 eran ocho euros y lo gestionaba a través de una de sus filiales, Fichero de Inqulinos Morosos (FIM). Ahora utiliza a Unnax, una firma tecnológica española que se dedica al banking as a service. Cuenta con licencia del Banco de España como proveedor de servicios de información de cuentas(AISP), proveedor de servicios de iniciación de pagos (PISP) y entidad de dinero electrónico. Permite conectar cuentas bancarias, por ejemplo, pero también proporciona «una imagen completa de las finanzas» de los clientes de una empresa «con indicadores que muestran ingresos, gastos, riesgo, endeudamiento y muchos otros factores», según publicita en su página web. Alquiler Seguro dice que es «una plataforma de verificación segura y encriptada», que protege los datos del inquilino y ofrece «una evaluación objetiva de la solvencia».
A algunos arrendatarios, no obstante, les suscita una gran desconfianza –»Te piden el usuario y contraseña de tu banco», protestan algunos en Trustpilot–. Los expertos en ciberseguridad consultados por Público niegan que deba facilitarse el usuario y contraseña de la cuenta bancaria para que Unnax verifique la solvencia del usuario. Y mantienen que sus procedimientos están homologados y testados, y son seguros. Lo utilizan también Cofidis o la consultora holandesa Wolters Kluwer. Pero muchos inquilinos sienten que deben desnudarse ante Alquiler Seguro, mientras se protege el anonimato de los caseros. «Te piden hasta el color de tus calzoncillos», protesta uno.
«Algunos procesos de selección parecen castings», corrobora Carlos Castillo, abogado del Sindicato de Inquilinas, quien critica los «bombardeos publicitarios» que casi «criminalizan» y «demonizan» a los arrendatarios, presentándolos como «posibles deudores». Así, al 76% de los propietarios les preocupan los impagos, de acuerdo con una encuesta publicada por el Ministerio de Consumo y la OCU. La cifra contrasta con el hecho de que sólo el 8% de los arrendadores preguntados contestó que habían sufrido retrasos en el pago de la renta mensual y un 14%, impagos. Otra encuesta de Housfy Alquiler ofrece un dato aún más bajo de morosidad: un 7% de los inquilinos se demora en el pago un mes, pero sólo un 1% mantiene el retraso más allá de 30 días. «El alquiler es lo último que se deja de pagar», subraya Jaime Palomera.
Casi 33 millones en efectivo
En las cuentas de Alquiler Seguro llama la atención el gran volumen de efectivo que manejan. Los inquilinos ingresan la renta en las cuentas de Alquiler Seguro, no en las del casero. En el contrato de 2019 la exigían el último día hábil del mes anterior; en el de 2023, entre el 1 y el 3 del mes en curso. El día 5, Alquiler Seguro se la ingresa al propietario.
Pero, además, a la firma del contrato, la inmobiliaria también cobra un depósito al arrendatario, equivalente a un mes de renta, que no devuelve hasta su finalización. Incluso la fianza: si se contrata la gestión integral, Alquiler Seguro se encarga de ingresarla en el organismo autonómico designado; en caso contrario, se la cobra igualmente al inquilino, pero luego se la traslada al casero para que sea él quien la ingrese. En 2024, los depósitos y fianzas recibidos de los inquilinos ascendían a 24,4 millones de euros. De esa cantidad, la empresa se quedó con 269.336 euros por los desperfectos o incumplimientos de los arrendatarios que se les descontaron a la hora de devolverles el depósito.
También circulan por sus cuentas bancarias las rentas mensuales que le pagan los inquilinos y luego Alquiler Seguro envía a los caseros el mes siguiente. A 31 de diciembre de 2024, tenía 21 millones de euros con este origen, correspondientes a las rentas de enero de 2025.
En total, sus cuentas acumulaban 32,8 millones de euros al cierre del año pasado, sobre los que «no existen restricciones a su disponibilidad» y que devengan intereses. Alquiler Seguro no ha contestado cuando Público le ha preguntado en qué emplea esa gran cantidad de efectivo. Se ha limitado a responder que «la tesorería responde a la operativa habitual de la empresa» y que ésta «cumple unos exigentes estándares de solvencia».
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