Gaceta Crítica

Mundo Obrero (Redacción), 25 de Junio de 2025

Francesca Albanese, relatora especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, pide al Gobierno español que exija la aplicación de la Convención contra el Genocidio y apruebe el embargo de armas contra Israel

De izd. a dcha.: Laura Ferre, Munir Nuseibah, Francesca Albanese y Manu Pineda | Foto: Manuel González

El salón abarrotado del Círculo de Bellas Artes acogió este martes un acto de solidaridad con Palestina en el que se dieron cita buena parte de los activistas comprometidos con la defensa de los derechos del pueblo palestino.

Comenzó el acto Laura Ferre, miembro de Rescop (Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina) y de la Campaña Fin al Comercio de Armas con Israel. Ferre afirmó de forma categórica que España está vendiendo y comprando armas a Israel. “Israel vende armas probadas en combate, en la carne de los palestinos, y España las compra” tal y como pone de manifiesto el informe Beneficios colaterales, elaborado por Alejandro Pozo y Eduardo Melero. Según Ferre, este tráfico se produce en flagrante violación de los tratados internacionales y de la propia legislación española que prohíbe comprar y vender armas a países que violan los derechos humanos.

Ferre explicó que la actual propuesta de ley contra el comercio de armas con Israel puede demorarse indefinidamente, por lo que pidió al Gobierno español que apruebe el embargo integral a Israel mediante un decreto ley. La activista de Rescop criticó la doble moral de la UE que bloquea cualquier acción contra Israel, país con el que mantienen un estatus de asociación preferente.

A continuación, el jurista palestino Munir Nuseibah explicó la necesidad de que Israel rinda cuentas de sus actos: “Reconocer el Estado palestino no es suficiente, necesitamos que la comunidad internacional actúe contra Israel”. Según este profesor de Relaciones Internacionales, existe un muro de impunidad en favor de Israel que es necesario derruir y puso como ejemplo la dura lucha que costó que se hiciesen públicos los nombres de las empresas que están invirtiendo en la colonización de Cisjordania, con el fin de avergonzarlas. “Pero el muro está siendo agujereado” dijo Nuseibah y puso como ejemplos la condena a Israel por genocidio y de la orden de detención de Netanyahu y su ministro de Defensa. Llamó la atención sobre el hecho de que Nicaragua haya presentado una denuncia contra Alemania por colaborar con el genocidio, lo que puede abrir un nuevo escenario en el que aparezcan ya señalados los colaboradores de este crimen. En tercer lugar, Munir explicó la importancia del recientemente creado Grupo de la Haya formado por Bolivia, Cuba, Colombia, Honduras, Sudáfrica, Belice, Malasia, Namibia y Senegal y cuya finalidad es detener el genocidio contra el pueblo palestino. Estos países se han comprometido a impedir que buques atraquen en sus territorios si llevan combustible y/o armas a Israel. Además, las nueve naciones cumplirán las condiciones del Estatuto de Roma —el tratado fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI)— y se comprometieron a ejecutar las órdenes de arresto emitidas en noviembre contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza. Nuseibah hizo la observación de que, a pesar del nombre, no hay ningún país europeo en el Grupo de la Haya.

En tercer lugar, intervino Manu Pineda en nombre de Unadikum, quien alabó el trabajo de Rescop a la hora de aglutinar los miles de colectivos que están trabajando por Palestina: “Sin unidad no somos nada”. El exeurodiputado de Izquierda Unida aprovechó su intervención para destacar la presencia en la sala de activistas que han participado en la Flotilla de la Libertad, en la marcha a Gaza impedida por Egipto, de los autores del informe Beneficios colaterales, de la Red Universitaria por Palestina o de la Red de Intelectuales y artistas en defensa de la Humanidad. Finalmente, en una intervención telegráfica dijo que el problema no es Nethanyahu, sino Israel, que se ha convertido en un régimen terrorista apoyado por Estados Unidos y la UE. Pineda pidió al Gobierno español que pase “de los gestos a los hechos decretado el embargo de armas y rompiendo las relaciones con el Estado genocida”.

Acto seguido, Francesca Albanese inició su intervención diciendo que no tenía ningún problema con el Estado de Israel, sino con un Estado que “mata más que respira”. La relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios ocupados dijo que ya que no hemos podido evitar el genocidio debemos actuar para que sea el último. Explicó que el genocidio actual es consecuencia de la política de colonización y apartheid que se remonta a antes incluso de la Nakba. “Los niños palestinos”, dijo Albanese, “están siendo asesinados por el hecho de ser palestinos lo mismo que los judíos y los gitanos eran asesinados por los nazis”. Dijo que son más de mil los niños palestinos asesinados cada mes y trasladó al auditorio la reflexión que le hizo un amigo palestino que se preguntaba que, si se tratase de perros, la sociedad europea tal vez no lo soportaría.

Dijo que Israel ha lanzado sobre Gaza el equivalente a siete bombas de Hiroshima. Frente a ello dijo que es urgente aplicar la Convención contra el Genocidio: la ruptura con Israel no es una cuestión de solidaridad con Palestina, es una obligación que establece la Convención contra el Genocidio. No es posible que continúe el Acuerdo de Colaboración de la UE con Israel”. “Estar contra el genocidio”, continuó, “es un acto de amor; el genocidio es la negación del humanismo”. La relatora dijo que España no debe tener miedo a actuar sola: “El sur global, la mayoría del mundo, está esperando. El sur global está ofreciendo su mano. Es el club colonial el que la rechaza”.

Albanese anticipó que en breve presentará un nuevo informe en el que denunciará los aspectos lucrativos del genocidio en el que están empresas españolas. Finalizó su intervención con la siguiente reflexión: “Cuando vemos el genocidio nazi, sentimos que Núremberg llegó tarde. No permitamos que este genocidio no se frene”.