Gaceta Crítica

por Felipe Antunes de Oliveira (UNIVERSIDAD DE SUSEX), 8 de Octubre de 2024 (originalmente en inglés el 21/07/2020)

La marginación de las voces de las mujeres en las relaciones internacionales es un fenómeno de larga data y de amplia base, cuya extensión completa recién ahora se está revelando gracias al proyecto WHIT. Sin embargo, como lo demuestra el caso de Vania Bambirra, la invisibilidad puede ser aún más marcada cuando a la condición de mujer se suma la circunstancia de ser una académica del Sur Global que defiende ideas políticas radicales. Aunque algunos de los textos de Bambirra han sido traducidos al alemán, italiano y japonés, sus escritos más importantes están en español y portugués, lo que la coloca más allá de la barrera lingüística imperial que ha establecido informalmente el inglés como el idioma indiscutible de los estudios sobre relaciones internacionales. En consecuencia, a pesar de haber cofundado la teoría de la dependencia, de haber enseñado en algunas de las universidades más importantes de América Latina y de haber publicado docenas de libros y artículos sumamente originales, el nombre de Vania Bambirra está completamente ausente de los manuales y estudios disciplinarios sobre relaciones internacionales y relaciones internacionales.

Bambirra relata su trayectoria intelectual en unas memorias académicas de 100 páginas que escribió en 1991 como requisito para recuperar su puesto como profesora de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Brasilia tras regresar de décadas de exilio político. Nacida en 1940 en Belo Horizonte, Brasil, se formó primero como maestra de escuela, una carrera que nunca tuvo intención de seguir. En 1959, fue aceptada en la Universidad Federal de Minas Gerais para realizar estudios de grado en Sociología y Política, y pronto recibió también una beca competitiva para unirse a un equipo de investigación en Economía. Aunque el marxismo no formaba parte oficialmente del plan de estudios, Bambirra confiesa que pasó la mayor parte de su tiempo de investigación leyendo a Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Bujarin, Preobrazhensky y Rosa Luxemburg. Sus estudios se complementaron con el activismo político en favelas, sindicatos y asociaciones campesinas, ayudando a establecer las famosas ligas camponesas , movimientos revolucionarios de reforma agraria que fueron precursores del contemporáneo movimiento de los trabajadores sin tierra de Brasil.

En 1962, Bambirra fue aceptada como estudiante de maestría y profesora asociada en la recién fundada Universidad de Brasilia, creada en la nueva capital brasileña para ser un centro de pensamiento social innovador. Como su marido también fue aceptado en el mismo departamento, el fundador de la Universidad y su primer decano, el reverenciado antropólogo Darcy Ribeiro, propuso reducir su salario a la mitad, para que la pareja «no se enriqueciera a expensas de la Universidad». Negándose a aceptar la condición de académica de segunda clase sólo por ser mujer, Bambirra movilizó a sus colegas y fundó la Asociación de Profesores de la Universidad de Brasilia, con la que finalmente ganó su pulso con el decano y conservó su salario completo.   

Después de visitar Cuba como representante de los movimientos sociales brasileños en 1963, un viaje que incluyó reuniones con líderes revolucionarios como Ernesto Che Guevara, Bambirra regresó a Brasil sólo para ver su carrera académica abruptamente interrumpida por un golpe militar de derecha en 1964. En sus memorias, relata esos días turbulentos:

Consumado el golpe, regresé a mi despacho (…). Fue muy triste, literalmente. Todo lo que había en mis estanterías y mis archivos (…) había sido tirado al suelo, con evidentes huellas de botas empapadas en el barro del campus. Los estantes de mi escritorio estaban vacíos –ni siquiera los bolígrafos y un collar barato que dejé allí permanecían en su lugar. En suma, el caos nos advertía: “no volváis”. Entonces me fui, no sin antes ir a la sala de conferencias y leer la “Declaración de los Derechos Humanos” a los estudiantes. Fue una despedida sumamente triste (Bambirra 1991, 21).  

Escondiéndose de la policía, Bambirra se trasladó a Sao Paulo, donde nació su hija bajo un nombre falso para evitar la persecución política en el hospital. En 1966, logró escapar finalmente a Santiago, donde se convirtió en profesora titular de la Universidad de Chile antes de cumplir los treinta años. Después del golpe de Estado de 1973 organizado por Pinochet contra el gobierno socialista democrático de Salvador Allende, se vio obligada a huir de nuevo, esta vez a México, donde completó sus estudios de doctorado bajo la supervisión de Ruy Mauro Marini y obtuvo una cátedra en la Universidad Nacional de México (UNAM).

En el exilio, su investigación florecería y comenzaría a atraer reconocimiento internacional. Bambirra, la única mujer del grupo original que creó la teoría de la dependencia, publicó una teoría de la revolución sumamente original (1967, 1973), una crítica cáustica de las clases dominantes latinoamericanas (1974; 1978) y un análisis extenso de las obras de Marx y Lenin (con Dos Santos, 1981), así como estudios de casos históricos detallados de las contradicciones sociales, políticas y económicas de las sociedades latinoamericanas (1977). Aunque Bambirra nunca se consideró una académica de las Relaciones Internacionales, su trabajo tiene un fuerte carácter internacional, claramente basado en la teoría del imperialismo de Lenin. En contraste con las visiones simplificadas de la teoría de la dependencia popularizadas en las universidades norteamericanas por Gunder Frank y Fernando Henrique Cardoso, los escritos de Bambirra exploraron las complejas relaciones entre las presiones internacionales y las disputas sociales en las sociedades periféricas, rechazando el determinismo externo directo:

Es necesario insistir en que el gran aporte teórico de la dependencia ha sido demostrar que ésta no es únicamente un fenómeno de relaciones internacionales, de intercambio comercial desfavorable a los países menos desarrollados, sino que son las relaciones internas las que conforman una estructura socioeconómica cuyo carácter y dinámica están condicionados por el sometimiento, la explotación y la dominación imperialistas (Bambirra 1974, 99).    

Particularmente interesante –y, hasta ahora, inexplorado– es el compromiso de Bambirra con las ideas feministas de la década de 1970. Oponiéndose a una separación tajante entre la lucha de clases y la opresión basada en el género, descartó el feminismo como “una idea absurda y grotesca” (1972, 84). Sus opiniones problemáticas sobre el feminismo estaban en gran medida condicionadas por la identificación del movimiento con el liderazgo del Norte Global, las mujeres burguesas. Desde su posición como refugiada política latinoamericana, Bambirra se dio cuenta de que, en todo el Sur Global, las mujeres burguesas descargaban la carga del trabajo doméstico sobre los hombros de las mujeres de la clase trabajadora. Por esta razón, Bambirra clasificó a “la mujer pequeño burguesa en América Latina” como “la explotadora más siniestra que haya existido jamás” (1978b, 40). Como explicó:

La mujer burguesa, si bien es cierto que no puede escapar de su categoría social de objeto y de su posición inferior, no experimenta el fenómeno de la explotación de su trabajo en el hogar. Por el contrario, está servida de pies y manos. Si quiere, puede trabajar, ya sea en una carrera o por diversión. Existe para cultivar las trivialidades de la vida, para lucir la última moda, para adornar la casa. Aunque la mujer, en general, ocupa una posición inferior, sus problemas están directamente relacionados con la clase a la que pertenece. La mujer burguesa, aunque su condición sea la de objeto, por ser mujer, no tiene los problemas de la proletaria, que vive el fenómeno de la doble explotación en su trabajo (Bambirra 1972, 83).

En los escritos publicados e inéditos de Bambirra se pueden encontrar varios pasajes que relacionan las formas de opresión de género y clase –a menudo desde una perspectiva capitalista periférica–. En general, la sensibilidad de Bambirra a las variadas y superpuestas formas de opresión, así como su trabajo histórico profundamente situado, sugieren que se la puede ver como precursora de los enfoques interseccionales de la EPI. En última instancia, sin embargo, su firme compromiso con el materialismo histórico significó que normalmente se consideraba que la clase tenía primacía ontológica sobre otras perspectivas analíticas.    

Si analizamos la rica trayectoria académica y política de Bambirra, resulta chocante que su trabajo nunca se mencione en las historias disciplinarias de las Relaciones Internacionales y la EPI. Es particularmente imperdonable que las revisiones críticas de la literatura sobre la teoría de la dependencia no reconozcan su extensa contribución (Chilcote, 1974; Kaufman, Chernotsky y Geller, 1975; Palma, 1978; Smith, 1979; con honrosas excepciones como Cristóbal Kay, 2010 y Grosfoguel, 2000). Un ejemplo de ello es Catherine Scott, cuyo libro sobre género y desarrollo (1995) plantea importantes críticas a la teoría de la dependencia. Basándose en un estudio limitado de la literatura sobre la dependencia, la autora afirma que “ni el género ni las mujeres son temas explícitos para los primeros teóricos de la dependencia” (1995, 93). Aunque su crítica de Cardoso y Faletto (1979) es ciertamente perspicaz, la evaluación amplia que hace Scott de la teoría de la dependencia está fundamentalmente limitada por su desconocimiento de la única mujer en el grupo de dependencia original.

Revisar la extraordinaria vida y obra de Bambirra es particularmente importante en un momento en que los gobiernos autoritarios de derecha están nuevamente en ascenso en Brasil y en otros lugares. Después de la muerte de Vania Bambirra, en 2015, un dedicado grupo de investigadores brasileños digitalizó la mayor parte de su trabajo académico publicado e inédito y lo puso a disposición de forma gratuita en un sitio web administrado por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Una inmersión profunda en los escritos de Bambirra puede revelar facetas inexploradas de su trabajo; aún queda por escribir un balance exhaustivo de su contribución a las Relaciones Internacionales, la EIP, la historia latinoamericana y los estudios de género.

El Dr. Felipe Antunes de Oliveira es investigador asociado en el Centro de Economía Política Global (Universidad de Sussex) e investigador visitante en el Centro de Estudios Latinoamericanos (Universidad de Georgetown).

Referencias

Bambirra, V. (1967). Los errores de la teoría del foco . Santiago: Editorial Nuestro Tiempo.

Bambirra, V. (1972). Liberación de la mujer y lucha de clases. Revista de Economía Política Radical , 4(3), 75–84.

Bambirra, V. (1973). La revolución cubana: una reinterpretación . Santiago: Editorial Nuestro Tiempo.

Bambirra, V. (1974). El capitalismo dependiente latinoamericano . México DF: Siglo XXI.

Bambirra, V. (1977). Brasil: nacionalismo, populismo y dictadura: 50 años de crisis social . México DF: Siglo XXI.

Bambirra, V. (1978). Teoría de la dependencia: una anticrítica . México DF: Ediciones Era.

Bambirra, V. (1978b). La situación de las mujeres latinoamericanas. Entrevista con Vania Bambirra. Two Thirds – a journal of underdevelopment studies . 1(3), 38-42.

Bambirra, V. y Dos Santos, T. (1981) La estrategia y la tatica socialistas de Marx y Engels a Lenin . México DF: Ediciones Era.

Chilcote, RH (1974). Dependencia: Una síntesis crítica de la literatura. Perspectivas latinoamericanas , 1(1), 4–29.

Grosfoguel, R. (2000). Desarrollismo, modernidad y teoría de la dependencia en América Latina.  Nepantla: Miradas desde el Sur ,  1 (2), 347-374.

Kaufman, RR, Chernotsky, HI, y Geller, DS (1975). Una prueba preliminar de la teoría de la dependencia. Comparative Politics , 7(3), 303–330.

Kay, C. (2010). Teorías latinoamericanas del desarrollo y el subdesarrollo . Londres: Routledge.

Palma, G. (1978). Dependencia: ¿Una teoría formal del subdesarrollo o una metodología para el análisis de situaciones concretas de subdesarrollo? Desarrollo Mundial , 6(7–8), 881–924.

Scott, CV (1995).  Género y desarrollo: replanteando la teoría de la modernización y la dependencia . Londres: Lynne Rienner Publishers.

Smith, T. (1979). El subdesarrollo de la literatura sobre el desarrollo: el caso de la teoría de la dependencia. World Politics , 31(2), 247–288.

GACETA CRÍTICA, 8 DE OCTUBRE DE 2024