Reportaje del diario comunista italiano IL MANIFFESTO, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2024
Netanyahu: “Le digo al pueblo del Líbano: nuestra guerra no es contra ustedes. Nuestra guerra es contra Hezbolá”. Sin embargo, los muertos y heridos en estos dos días de ataques son en su gran mayoría civiles.
Pascual Porciello•Beirut•27 de septiembre de 2024
“Somos todos voluntarios, no tenemos ninguna ONG ni organización detrás. Recogemos agua, zumo, pan, galletas… En fin, todo lo que la gente trae. Nos hemos organizado, tenemos grupos de WhatsApp para coordinarnos”, nos cuenta con una sonrisa acogedora Hana, de unos 20 años, como la mayoría de los jóvenes que van y vienen del instituto Abdel Kader de Zuqaq al Blat, el barrio mayoritariamente chiita de Beirut.
Por unos instantes, la alegría de los niños logra ahogar la catástrofe que se desarrolla a su alrededor. En los pisos superiores del instituto viven familias enteras que han huido, dejando atrás toda su vida, sin haber tenido tiempo siquiera de llenar una maleta. “Tuvimos que marcharnos de repente, no nos llevamos nada, ni siquiera un cepillo de dientes o una toalla”, cuenta Fátima entre las voces resonantes de los numerosos niños que juegan.
Miles de personas que huyen del sur del Líbano se han desplazado en su mayoría a Beirut, así como a otras ciudades más seguras. Tal vez la escena más representativa del pánico se produjo en la única autopista que conduce desde el sur a Beirut, que el lunes fue escenario de un enorme atasco en las dos calzadas en dirección norte.
Shadi Jammal, de la Defensa Civil, trabaja solo, sin equipo, para organizar la ayuda inicial en una escuela secundaria cercana: “Todavía no hay nadie que coordine las operaciones. La gente del barrio está trayendo de todo”. Otros puntos de concentración están más organizados: la Cruz Roja libanesa, los municipios, la Defensa Civil y las ONG locales e internacionales ya han puesto en marcha la maquinaria de ayuda y sus operaciones están en pleno apogeo.
El martes, el ejército israelí continuó con sus incesantes ataques aéreos en el sur y el este del Líbano, donde la presencia chií es más fuerte. El balance provisional de muertos por los ataques del lunes y el martes ha aumentado a 569, incluidos 50 niños, y 1.835 heridos.
“Le digo al pueblo del Líbano: nuestra guerra no es contra ustedes, nuestra guerra es contra Hezbolá”, dijo Netanyahu desde su despacho en un vídeo grabado el martes. Sin embargo, los muertos y heridos en estos dos días de ataques son en su gran mayoría civiles. Las armas de precisión de las que dispone Israel no se están utilizando salvo en contadas ocasiones, mientras que Israel ha demostrado esta misma semana que tiene un amplio conocimiento de Hezbolá, sus miembros y, en algunos casos, sus movimientos y posiciones exactas.
El martes, a las 15.00 hora local, también se produjeron ataques en los suburbios del sur de Beirut. Por segundo día consecutivo, llegaron ambulancias con las sirenas a todo volumen. El ejército israelí afirmó inmediatamente que había “eliminado a Ibrahim Mohammed Kobeissi, el comandante de la red de misiles y cohetes de la organización terrorista Hezbolá”. Junto a él, otras seis personas perdieron la vida y 15 resultaron heridas; todavía no se sabe si son civiles o militantes.
A las 19:00 horas del martes, una nueva ola de ataques aéreos israelíes alcanzó Aramta, Bint Jbeil, Qabrikha, Tebnine, Soultaniyeh, Doueir, Kfarsir, Bayada y Braachit en el sur, mientras que en Beka’a, en el este, hubo un ataque muy violento sobre Duris cerca de Ba’albek.
Hezbolá informó de que había disparado 50 cohetes contra la base de Dado, situada frente a Bint Jbeil. El martes, el partido-milicia disparó más de 300 cohetes, un récord desde el inicio del conflicto (el 8 de octubre, un día después de que Hamás atacara Israel), según informó el diario israelí Haaretz.
Se teme que esta operación aérea sea el preludio de una invasión terrestre, aunque el ejército israelí correría el riesgo de quedar atrapado en una batalla campal que seguramente lo pondría en una situación de peligro mucho mayor, tal como le ocurrió en la Guerra del Líbano de 2006.
El martes, en la Asamblea General de la ONU, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, dijo: “No estamos ansiosos por iniciar ninguna invasión terrestre en ningún lugar… Mientras hablamos, hay fuerzas importantes que intentan aportar ideas y estamos abiertos a ello… Preferimos una solución diplomática”.
Se están realizando esfuerzos diplomáticos para reducir las hostilidades, pero hasta ahora los resultados han sido escasos. El primer ministro canadiense, Trudeau, hizo un llamamiento a la distensión entre Israel y Hezbolá, subrayando su preocupación por la muerte de mujeres y niños en el Líbano: “Tenemos que asegurarnos de que los civiles estén protegidos. La violencia tiene que parar”.
Biden se mantiene firme en su retórica sobre una guerra que comenzó el 7 de octubre, que Israel no quería, y sobre el derecho de Israel a defenderse.
En la Asamblea General de la ONU, el presidente turco Erdogan acusó a quienes siguen apoyando las acciones de Israel: “Junto con los niños de Gaza, también está muriendo el sistema de las Naciones Unidas, está muriendo la verdad, están muriendo los valores que Occidente dice defender”.
Vivimos en un momento de gran tensión, preocupación e incertidumbre en el Líbano. Las escuelas permanecerán cerradas al menos hasta el final de la semana. Muchas aerolíneas han cancelado vuelos hacia y desde el país, y solo los de la aerolínea nacional libanesa siguen operando, a precios prohibitivamente altos. Todos los asientos para esta semana están agotados. Las embajadas están instando a sus ciudadanos a abandonar el país.
Muchas ONG están enviando a sus trabajadores extranjeros de vuelta a sus países de origen y limitando sus movimientos a lo estrictamente necesario. Muchos libaneses de la capital –al menos aquellos que pueden permitírselo– se han mudado de Beirut a zonas más tranquilas. Nadie se hace ilusiones y todo el mundo espera lo peor.
Publicado originalmente en https://ilmanifesto.it/raid-e-disillusione-il-libano-pronto-al-peggio el 25/09/2024
Deja un comentario