Gaceta Crítica

BHARAT DOGRA (Countercorrets.org)

16/09/2024

Las guerras han dañado a nuestro mundo más que cualquier otra cosa, y siempre que se haga un esfuerzo en cualquier región para evitar guerras y conflictos internos, para lograr una mayor unidad e integración, esto debe ser apreciado y otras regiones deben tratar de aprender de ello.

En Europa, las guerras de varios países dentro del continente habían sido muy dañinas en el siglo XX ^, y por eso cuando se hizo un esfuerzo para evitar tales guerras y establecer la paz interna reuniendo a la mayoría de los países en una unión, para aumentar la cooperación económica y de otro tipo, para permitir que las personas se trasladaran libremente de un país a otro y para establecer normas de libertades democráticas y derechos humanos para todos los países miembros, entonces esto fue un paso adelante para todo el mundo, ya que establece un ejemplo que otras regiones pueden seguir para lograr al menos algunos buenos resultados importantes.

Este es un logro importante de la Unión Europea, pero hay otros aspectos menos felices que deben tenerse en cuenta en cualquier evaluación imparcial de la Unión Europea. La ex Yugoslavia sufrió mucha violencia interna durante el proceso de desintegración y partes de ella fueron bombardeadas de manera muy cruel en una operación dirigida por los Estados Unidos pero que contaba con el apoyo de los principales países europeos. Dos de los mayores países europeos han estado en guerra durante más de dos años y el papel de la mayoría de los demás países europeos no ha sido el de traer la paz sino el de prolongar la guerra de alguna manera. Los peligros de una guerra más amplia dentro de Europa han aumentado. El peligro de intercambio de armas nucleares dentro de Europa también ha aumentado, no disminuido, en tiempos muy recientes. Algunos de los países más importantes de Europa todavía están fuera de la Unión Europea. La cooperación económica y el comercio entre algunos de los países más importantes ha sufrido en los últimos tiempos.

Además, varios líderes importantes de Europa y de la Unión Europea han estado hablando en los últimos tiempos del lenguaje de la escalada bélica e incluso de la incitación a la guerra, lo que ha puesto en entredicho su compromiso con la paz. Algunos países europeos que durante mucho tiempo se enorgullecieron de su neutralidad han abandonado esa posición y se han implicado más en la rivalidad entre las grandes potencias, tomando partido, reduciendo así su propia seguridad en lugar de aumentarla y, al mismo tiempo, reduciendo su papel como fuerzas de mediación y paz. En varios países europeos, incluidos los que se enorgullecen de ser las democracias más maduras, se han pisoteado las libertades democráticas básicas en algunos contextos.

Los países europeos han estado involucrados en los ataques más injustos contra algunos países del sur global, e incluso han sido cómplices de las actuales acciones genocidas en Gaza al suministrar gran cantidad de armas y importante apoyo diplomático a Israel.

Por lo tanto, en la medida en que el proyecto de unidad europea se basó en aprender de la historia para alcanzar la paz, se trató sólo de un aprendizaje limitado y oportunista: se acepta la paz cuando se descubre que conviene a los propios intereses y se la abandona por completo cuando los intereses personales estrechos (y de corto plazo) envían otras señales.

La mayoría de los países europeos siguen siendo miembros de la OTAN, con todo lo que ello implica al servir a los intereses de la alianza militar más poderosa basada en el dominio mundial, que se guía cada vez más por una agenda ofensiva y agresiva en lugar de su declarada agenda defensiva, convirtiéndose en una gran amenaza para la paz mundial.

Uno de los factores más importantes que explican las crecientes amenazas existenciales en el mundo es que Estados Unidos se guía cada vez más por una agenda muy peligrosa, la de asegurar el dominio mundial como su principal objetivo, una agenda que sin duda seguirá perturbando la paz mundial de muchas maneras. Si la mayoría de los países europeos se convierten en socios menores en la búsqueda de esa agenda, su pretensión de ser una fuerza de paz se ve seriamente negada.

La agenda del comercio exterior, la inversión y el poder económico tal como existe hoy está manipulada a favor de los países más ricos y en contra de los países más pobres. Los países europeos más poderosos están del lado de los ricos, por supuesto. También están estrechamente asociados con varias de sus gigantescas empresas multinacionales involucradas en la exportación de tecnologías y productos altamente peligrosos, que incluso contaminan de manera grave y tal vez permanente el sistema alimentario y agrícola. Apenas hay ningún compromiso para compensar los siglos de explotación colonial. En cambio, un líder prominente habló de que solo Europa crearía hermosos jardines, olvidando a quiénes explotaban por ello.

Por lo tanto, el aprendizaje limitado de la historia basado en el interés propio y el anuncio de una agenda de «paz» altamente distorsionada basada en esta comprensión limitada no llevarán a Europa muy lejos. Las contradicciones de una comprensión tan limitada y distorsionada siguen surgiendo una y otra vez, enredando a Europa en muchas tensiones y problemas. Si al final de toda la valiente charla y la gimnasia intelectual, lo que finalmente emerge es en gran medida la asociación menor del país más poderoso empecinado en una agenda hegemónica inherentemente destructiva, entonces está claro que Europa no se ha convertido en una fuerza para la paz y la justicia. Como en el pasado, esencialmente sigue siendo cómplice de la destrucción de países distantes y, además, continúa exponiendo cada vez más a su propia población a los peligros de guerras y armas altamente destructivas.Nombre:Correo electrónico:

Europa, con todos sus avances educativos, sus grandes universidades y sus logros intelectuales, debería tener la capacidad de apreciar de forma objetiva y realista lo que ha podido lograr y lo que no ha podido, los peligros que debe evitar y las oportunidades que debe aprovechar. En esencia, Europa debería tratar de lograr la paz con justicia dentro de Europa, así como ser una fuerza firme en favor de la paz con justicia a nivel mundial. Esto también ayudará a crear las condiciones para seguir luchando por la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Europa, con sus vínculos históricos y culturales con los EE.UU., sobre una base de personas a personas, también es la más adecuada para llevar a los EE.UU. en la dirección de la paz y alejarlos de la hegemonía, y esto puede desempeñar históricamente un papel muy importante en la búsqueda general de la creación de un mundo más seguro.

Bharat Dogra es el coordinador honorario de la Campaña para Salvar la Tierra Ahora. Entre sus libros más recientes se incluyen Protecting Earth for Children, Planet in Peril, A Day in 2071 y Man over Machine.