Gaceta Crítica

El tren respaldado por la Iniciativa del Cinturón y la Ruta que conecta a China con el sudeste asiático continental está casi terminado después de años de demoras y resistencia

Richard S. Ehrlich (ASIA TIMES), 21 de Agosto de 2024

BANGKOK – El viaje en tren entre Bangkok y Pekín se convirtió en un enlace más cerca gracias a la finalización por parte de Tailandia y Laos de un puente y vías ferroviarias sobre el río Mekong el mes pasado, lo que posibilita por primera vez el transporte ferroviario transfronterizo con Laos y deja solo unos pocos kilómetros como última brecha sin vías para llegar a China.

Con la nueva inauguración del ferrocarril Tailandia-Laos, un viaje en tren de 12 horas de duración ahora va desde la estación principal Krung Thep Aphiwat de Bangkok hasta la estación Khamsavath en Vientiane, la capital de Laos.Las telecomunicaciones, la educación y la atención sanitaria de China, abiertas a la inversión extranjera directa

La pequeña estación Khamsavath de Vientiane, a unos 9,6 kilómetros de la capital, es la última parada de los vagones del nuevo ferrocarril entre Tailandia y Laos.

Para llegar a China, los pasajeros y las mercancías que llegan en tren desde Bangkok todavía necesitan cruzar las calles de Vientiane en taxis, furgonetas y otros vehículos para recorrer unas decenas de millas desde la estación de Khamsavath hasta la estación de trenes de Vientiane, hasta que se construya el último enlace ferroviario.

Algunos funcionarios indicaron que las vías finales podrían instalarse en 2028.

La estación de trenes de Vientiane, de mayor tamaño y ubicada a unos 16 kilómetros al noreste de la capital de Laos, es una instalación cavernosa, reluciente y con techo de pico construida por China que ofrece trenes chinos de alta velocidad que unen Vientiane con el sur de China.

Mientras tanto, se espera que la nueva ruta Bangkok-Vientiane incremente el comercio entre las dos naciones del sudeste asiático y estimule el turismo internacional en Laos, que está abriendo cada vez más su país comunista de partido único a los visitantes extranjeros.

Los billetes de ida más baratos de Bangkok a Vientiane son los de 152 asientos de tercera clase, cada uno disponible por 7,80 dólares estadounidenses y refrigerados por ventiladores eléctricos montados en el techo. Los 64 asientos de segunda clase con aire acondicionado cuestan 16 dólares cada uno.

Treinta asientos de segunda clase se pueden convertir en una litera superior con aire acondicionado por 22 dólares cada uno, mientras que una cama inferior cuesta alrededor de 25,30 dólares.

En la actualidad, un puñado de puentes vehiculares unen a los dos países a lo largo de su frontera compartida sobre el río Mekong, incluso en la ciudad de Nong Khai, en el Mekong, paralela al tren entre Tailandia y Laos.

Anteriormente, los trenes tailandeses que salían de Bangkok terminaban en Nong Khai porque sólo una autopista sobre el Puente de la Amistad cruzaba el Mekong y unía Nong Khai y Vientiane.

Sin embargo, Tailandia y Laos lograron ampliar con éxito la ruta unas cinco millas desde Nong Khai hasta Laos, incluyendo un nuevo puente ferroviario paralelo al Puente de la Amistad.

La empresa estatal de Ferrocarriles Estatales de Tailandia (SRT) dijo que estaba asesorando a los funcionarios de la Empresa Estatal de Ferrocarriles Nacionales de Laos sobre programación y gestión de estaciones, venta de billetes, conducción de trenes y otras operaciones.

Cuando el tren Bangkok-Vientiane cruza el Mekong, los maquinistas laosianos toman el mando a partir de la estación Nong Khai porque los maquinistas tailandeses podrían enfrentarse a responsabilidad internacional por operar en territorio lao.

Los servicios de inmigración y aduanas de Tailandia y Laos exigen que el pasaporte o pase fronterizo esté sellado en Nong Khai y Vientiane.

Para viajar a través de Laos hacia China, un tren multimillonario construido en China, en funcionamiento desde 2021, pasa desde la estación de Vientiane por las estaciones del norte de Vang Vieng, Luang Prabang, Muang Xay y Luang Namtha antes de cruzar a la estación Boten de China en la provincia meridional de Yunnan, cerca de Xishuangbanna.

Estos trenes chinos son operados por la Compañía de Ferrocarriles Laos-China, como parte de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda, financiera y estratégica de Beijing. Desde Boten, los trenes que siguen conectan todos los destinos ferroviarios chinos, incluidos Kunming, Beijing, Shanghai y el Tíbet.

Los elegantes trenes Vientiane-Boten atraviesan el norte de Laos a través de 75 túneles esquivando escarpadas colinas kársticas, pequeñas cascadas y bombas sin explotar que no se recuperaron de la guerra de Estados Unidos en Laos durante las décadas de 1960 y 1970.

“Este servicio es beneficioso especialmente para los productos agrícolas, ya que la frescura de los productos se conserva cuando llegan a los consumidores en China”, dijo el vicepresidente de Vientiane Logistics Park Co, Tee Chee Seng, en 2022.

“Los productos frescos se venden a buen precio. Quienes se benefician de un transporte rápido son los consumidores y los agricultores”, afirmó Tee.

El tren que conecta China con el Sudeste Asiático también se inaugura en medio de crecientes preocupaciones por el dumping de productos chinos en los mercados regionales, a medida que se levantan barreras proteccionistas en los mercados occidentales en medio de quejas sobre el “exceso de capacidad” industrial chino.

Richard S. Ehrlich es un corresponsal estadounidense radicado en Bangkok que informa desde Asia desde 1978 y ganador del Premio de Corresponsales Extranjeros de la Universidad de Columbia.

GACETA CRÍTICA, 21 DE AGOSTO DE 2024