Luc Triangle
18/06/2024

Los derechos de los trabajadores, fundamentales para la democracia, se están viendo atacados en todo el mundo, y en ningún lugar tanto como en Europa.
El Índice Global de Derechos 2024 (Global Rights Index), de la Confederación Sindical Internacional (CSI) [International Trade Union Confederation – ITUC], publicado hoy [12 de junio], muestra que los trabajadores y trabajadoras de toda Europa han visto cómo sus derechos laborales básicos y democráticos se desmoronaban a un ritmo más rápido que en cualquier otra región del mundo.
A menudo se ha puesto a Europa como ejemplo positivo a seguir por el resto del mundo en materia de derechos de los trabajadores, pero ya no es así. El «modelo social europeo» se está erosionando rápidamente, a medida que asistimos a un ataque concertado contra los derechos de los trabajadores y el movimiento sindical.
El índice, en su undécima edición, supone un repaso exhaustivo de los derechos de los trabajadores en la legislación. Clasifica a 151 países en función de una lista de 97 indicadores, derivados de los convenios y la jurisprudencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo que es único en su género. Califica a los países en una escala de 1 (alto) a 5+ en cuanto al grado de respeto de los derechos de los trabajadores. Se lleva cada año un registro de las violaciones de abril a marzo:
5 + – Sin garantía de derechos debido a la fractura del Estado de derecho
5 – Sin garantía de derechos
4 – Violaciones sistemáticas de derechos
3 – Violaciones regulares de derechos
2 – Violaciones repetidas de derechos
1 – Violaciones esporádicas de derechos
Sombría lectura
Para Europa, la última edición supone una lectura sombría. El continente europeo tiene una calificación media de 2,73 en 2024. Esto puede parecer bueno comparado con la peor región del mundo, Oriente Medio y Norte de África, con una puntuación de 4,74. Pero la calificación de Europa se ha desplomado desde el 1,84 de 2014, cuando se calculó el índice por primera vez, el mayor descenso de todas las regiones del mundo en la década transcurrida desde entonces.
Este año, tres países europeos tienen peor calificación que en 2023. Finlandia bajó de 1 a 2, debido a los ataques de la coalición gobernante, liderada por el primer ministro de derechas, Petteri Orpo, a los derechos básicos de los trabajadores. Las reformas, que limitan el derecho de huelga, socavan las negociaciones salariales y recortan la protección social, constituyen un ataque sin precedentes a los modelos sociales finlandés y nórdico, y a los derechos sindicales.
Mientras tanto, Suiza bajó del 2 al 3, ya que las autoridades suspendieron unilateralmente la mediación tripartita sin dar explicaciones. Kirguistán pasó de 4 a 5, ya que el gobierno reprimió a los sindicatos independientes mediante redadas, detenciones y confiscaciones. La Federación Rusa y Ucrania se reintroducen en el índice en 2024, con una calificación de 5.
En el último año se han dado ejemplos en toda Europa de violaciones de derechos, en los que han incurrido prácticamente todos los gobiernos. En Bélgica y Francia se criminalizaron las huelgas y se estigmatizó a los huelguistas. En Albania, Hungría, Moldavia, Montenegro y Reino Unido se utilizó una definición excesivamente amplia de los servicios esenciales para restringir o prohibir las huelgas.
En Armenia y Polonia, los empresarios interfirieron en las elecciones sindicales, mientras que en Grecia, Países Bajos y Macedonia del Norte se crearon sindicatos «amarillos» no democráticos, bajo influencia indebida de los empresarios, para impedir la representación independiente y democrática de los trabajadores. En Suecia, Tesla se negó a participar en la negociación colectiva, lo que dio lugar a una histórica muestra de solidaridad por parte de los sindicatos de ese país y de los países vecinos.
Ha habido dos puntos positivos. Rumanía ha mejorado su puntuación de 4 a 3, ya que el gobierno amplió el derecho de huelga e hizo obligatoria la negociación colectiva en las empresas con más de diez empleados. Y en Bulgaria, los sindicatos ganaron una batalla de 25 años para garantizar por ley el derecho de los empleados a organizarse en sindicatos.
Sin embargo, en lo referente al conjunto de Europa, las cifras no mienten:
-El 73% de los países violaron el derecho de huelga,
-El 54% de los países violaron el derecho a la negociación colectiva,
-El 41% de los países excluyó a los trabajadores del derecho a fundar un sindicato y afiliarse a él
-16 países impidieron el registro de sindicatos
-En 13 países los trabajadores tuvieron un acceso restringido o nulo a la justicia,
-Seis países restringieron la libertad de expresión y de reunión
-En 12 países se detuvo y encarceló a trabajadores y
-Los trabajadores sufrieron ataques violentos en cuatro países.
Crisis democrática
Para Europa esto supone una crisis democrática. Los sindicatos, los derechos de los trabajadores y la democracia están íntimamente ligados: no puede existir ninguno de ellos sin los otros.
Durante el año pasado, en los países nórdicos y en toda la región hemos asistido a intentos decididos de gobiernos y empresas de desmantelar pilares fundamentales de la democracia, como los derechos de huelga y protesta. Mientras tanto, los movimientos derechistas han empleado políticas regresivas contra los sindicatos y los trabajadores.
Está claro que el modelo europeo, «centrado en el trabajador», ya no es una realidad para millones de personas, con graves consecuencias para los trabajadores de la región, y con el riesgo de que se acelere una «carrera hacia el fondo» mundial en materia de derechos de los trabajadores. En todo el mundo, el índice 2024 muestra que los valores democráticos y los derechos fundamentales refrendados por la mayoría de los países a escala internacional se están atrofiando.
A pesar de algunas modestas mejoras, el panorama general es el de un ataque implacable a las libertades civiles, los derechos de los trabajadores y, por tanto, a los intereses de los trabajadores. Esto se produce en un contexto de desigualdad creciente, trastornos tecnológicos que cambian rápidamente el mundo del trabajo y un empeoramiento de los conflictos violentos, en los que los trabajadores se enfrentan a las catastróficas consecuencias de la guerra.
La respuesta empieza en el trabajo, con el respeto por los derechos sindicales en el lugar de trabajo en toda Europa y en todo el mundo. Esto conducirá a una mayor democracia y justicia social en toda la sociedad y a escala mundial, una exigencia central de la campaña de la CSI Por la Democracia.
Los trabajadores son el corazón palpitante de la democracia y su derecho a que se les escuche resulta crucial para garantizar la salud y la sostenibilidad de los sistemas democráticos. Cuando se violan sus derechos, se ataca a la propia democracia.
El Índice Global de Derechos de la CSI cuenta asimismo la historia de valientes trabajadores y sindicalistas que desafían los peligros más graves para mejorar la vida de sus compañeros y defender los derechos democráticos. Mientras el movimiento sindical internacional lucha unido por defender los valores democráticos y los derechos que los sustentan, nuestro movimiento debe seguir desempeñando un papel integral en la configuración de un mundo más justo y seguro para todos.
El Índice Global de Derechos de la CSI 2024 se presentará hoy [12 de junio] a las 13:30 (CET) durante la Conferencia Internacional del Trabajo en la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra. En el acto intervendrán representantes sindicales de algunos de los peores países del mundo para los trabajadores, así como el Director Jurídico de la CSI y yo mismo, Luc Triangle.
es secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) desde octubre de 2023. Triangle inició su andadura sindical en 1982, en la sección juvenil de la confederación sindical belga ACV-CSC. Entre 1982 y 2011 trabajó en distintos proyectos de la ACV-CSC y en 2011 fue elegido secretario general de la Federación Sindical Europea del Textil, Vestuario y Cuero (FSE-TVC). En 2021 fue elegido secretario general adjunto de IndustriAll Europe en 2012, y secretario general en 2016, cargo para el que fue reelegido en 2021. Fuente:
Social Europe, 12 de junio de 2024
GACETA CRÍTICA, 18 de Junio de 2024
Deja un comentario