Gaceta Crítica

Zelensky pronto podría verse obligado a dimitir debido a la sangrienta derrota en la batalla de Avdiivka. Desde los informativos de Televisión Española hemos podido oir por primera vez testimonios de soldados indignados por las masacres gratuitas a las que les ha sometido el presidente ucraniano. Los civiles igualmente instan a que «los políticos pongan fin a la guerra ya y lo arreglen».

Por STEPHEN BRYEN 20 DE FEBRERO DE 2024

Washington ha esperado sinceramente que pudiera provocar un cambio de régimen en Rusia. Ahora parece aún más probable que haya un cambio de régimen, pero no en Rusia, sino en Kiev.

El catalizador del cambio de régimen en Kiev es la sangrienta y ya finalizada batalla por Avdiivka.

Avdiivka está muy cerca de la ciudad de Donetsk, la capital de la región de Donbas. Donetsk está aproximadamente a medio camino entre Mariupol en el Mar de Azov y Luhansk en el norte. Tanto Donetsk como Luhansk son regiones (oblasts) del este de Ucrania con  poblaciones mayoritariamente de habla rusa.  Tanto Donetsk como Luhansk, junto con Kherson y Zaporizhzhia, fueron anexados por los rusos en septiembre de 2022.

La reciente batalla por Avdiivka comenzó hace cuatro meses y, a partir de enero, los rusos comenzaron a desgastar a los defensores ucranianos de la ciudad. La operación rusa incluyó ataques desde el norte, algunos de los cuales se centraron en una enorme planta de producción de coque; y desde el Sur en múltiples embestidas sobre los flancos de la ciudad.

A finales de la primera semana de febrero, las fuerzas armadas rusas habían dividido la ciudad en dos y avanzaban constantemente mientras bombardeaban la ciudad con artillería y bombas FAB. Se trata de bombas altamente explosivas de diferentes tamaños (FAB-500, FAB-1500; el número es el tamaño de la bomba en kilogramos).

Avdiivka estaba altamente fortificada y era un objetivo difícil para el ejército ruso. Los rusos se centraron en ataques de flanco que eventualmente limitaron el reabastecimiento de armas y alimentos y dificultaron la rotación de fuerzas. En la última semana de la batalla, las carreteras de entrada y salida de la ciudad estaban bajo control de fuego ruso.

El presidente Volodymyr Zelensky arriesgó su reputación en Avdiivka y quería mantenerla a toda costa. Despidió a su comandante general, Valery Zaluzhny, quien vio a Avdiivka como una causa perdida. Zaluzhny quería retirar a las fuerzas ucranianas de la línea de contacto existente y trasladarlas a fortificaciones defendibles que pudieran proteger a Kiev y otras ciudades importantes.

Entra Syrsky, que había sido comandante de tierra bajo Zaluzhny y ahora estaba a cargo de todas las fuerzas militares ucranianas. Syrsky es el mismo tipo cuyas tácticas llevaron al colapso de Bakhmut y a muchas bajas, lo que le valió a esa ciudad el nombre de “picadora de carne”.

Syrsky llamó inmediatamente a tres o cuatro brigadas para salvar a Avdiivka del colapso. Pero su operación de rescate planeada casi de inmediato se vio en serios problemas.

Algunas de las brigadas de Syrsky se estaban reuniendo y organizando en una pequeña ciudad a unos 15 kilómetros de Avdiivka, llamada Selydove. Los rusos descubrieron las operaciones del ejército ucraniano en Selydove y atacaron con misiles Iskander y armas de racimo.

Según fuentes rusas que escriben blogs en varias redes de medios (Telegram y X, por ejemplo), el ataque ruso prácticamente acabó con una brigada entera y provocó numerosas bajas ucranianas.

La propaganda ucraniana se aceleró, alegando que el ataque ruso estaba dirigido a la sala de maternidad de un hospital en Selydov. Pero la realidad fue que Ucrania perdió entre 1.000 y 1.500 soldados.

La mayoría de las fuentes de noticias occidentales repitieron como loros la línea de contrainformación ucraniana.

Zelensky se dirigía a la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde recibió una gran ovación. Antes de abandonar Kiev, ordenó a Syrsky que impidiera que los rusos tomaran Avdiivka.

Syrsky comprometió a la 3.ª Brigada a luchar por la ciudad. La 3.ª Brigada de Asalto Separada es en realidad la Brigada Azov reformada. La brigada Azov es la columna vertebral del apoyo ultranacionalista de Zelensky en Ucrania. Si hay alguna organización en Ucrania que se ajuste a la descripción que hace Putin de los nazis ucranianos, la Tercera Brigada es el principal ejemplo. El poder político de Zelensky depende del ejército ucraniano y, en particular, de los ultranacionalistas.

La 3.ª Brigada no actuó como se anunciaba. Cuando sus unidades llegaron a Avdiivka, procedentes del norte, encontraron la situación terrible. En ese momento había alrededor de 4.500 soldados ucranianos en la zona norte de la ciudad, en su mayoría escondidos en la planta de coque. Otros 3.500 se encontraban en el centro de la ciudad, al borde de los distritos de la ciudad del sur y de un antiguo aeródromo abandonado.

La 3.ª Brigada desobedeció las órdenes y salió corriendo de la ciudad, derogando las órdenes explícitas de Syrsky y Zelensky. Sobre todo, Zelensky no quería pasar vergüenza mientras estaba en la conferencia de Munich, exactamente mientras corría de un lado a otro tratando de conseguir más municiones.

Algunos miembros de la 3.ª Brigada se rindieron a los rusos. Esto es lo que impulsó a Syrsky a dar señales de retirada y abandonar Avdiivka. Esa retirada fue un duro golpe al prestigio de Zelensky y, aparentemente, hubo llamadas telefónicas enojadas desde Munich a Syrsky. Pero Syrsky no tuvo otra opción que rendirse abiertamente. En lugar de ello, anunció una “nueva” estrategia, precisamente la que Zaluzhny había recomendado anteriormente.

La pérdida de Avdiivka deja a Zelensky en una mala situación. Prácticamente ha perdido a sus partidarios más fervientes en el ejército, ha humillado a su ex comandante Zaluzhny y lo reemplazó por Syrsky, que tiene fama de pésimo estratega. Ha perdido prestigio ante los europeos (y probablemente ante Estados Unidos, aunque es difícil decirlo con certeza).

Zelensky responde diciendo que Ucrania recuperará a Avdiivka, “por supuesto”.

Washington no quiere un acuerdo con los rusos. Toda su atención se ha centrado en propinarle a Rusia múltiples derrotas, exprimir a los rusos y reemplazar al líder del país, Putin. El equipo de Biden tampoco puede soportar la idea de que los ucranianos puedan llegar a un acuerdo con Rusia y socavar la política.

La mayoría de los elementos centrales de la política de Washington han fracasado. Las sanciones excesivas no quebraron la economía rusa, pero lograron llevar a los rusos en una dirección totalmente nueva, abrazando a China, la India y los BRICS. La tecnología estadounidense no cambió el rumbo de la guerra a favor de Ucrania.

No hablar con los rusos ayudó a solidificar la opinión rusa de que Washington y la OTAN eran el enemigo, intensificando su opinión ya enfatizada de que les habían mentido a lo largo de los años sobre la expansión de la OTAN. Si bien Estados Unidos y Europa no pudieron o no quisieron revitalizar su base industrial de defensa, los rusos lo hicieron con venganza.

Mientras tanto, Estados Unidos y Europa esperan que termine la guerra y que se inviertan cientos de miles de millones en la reconstrucción de Ucrania, lo que es cada vez menos probable que suceda bajo los auspicios de Estados Unidos y Europa. En todo caso el precio lo acabarán pagando los habitantes de Ucrania.

La conclusión es que el régimen de Zelensky se tambalea. Debido al régimen basado en la ley marcial de Zelensky, no habrá elecciones ni proceso político abierto ninguno en perespectiva. Pero la ira en el ejército está creciendo y, tarde o temprano, los militares elegirán un líder, muy probablemente Zaluzhny.  

Pronto habrá un cambio de régimen en Kiev.

El conejillo en la chistera del supuesto y absurdo asesinato de Navalny no puede ocultar la realidad de una guerra que se está perdiendo por Zelensky y la OTAN. Una guerra que nunca debió haber empezado por el deseo estadounidense de acorralar a Rusia, desarrollado sin pausa desde 1992.

Stephen Bryen fue director de personal del Subcomité de Cercano Oriente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EEUU y como subsecretario adjunto de política de defensa.  Este artículo  se publicó por primera vez en su Substack de armas y estrategias y se volvió a publicar en la revista ASIA TIMES.